En una muestra de que su desafío es firme, el nuevo presidente del
país, Mahmud Ahmadineyad, decidió confiar al ultraconservador Ali
Larijani la responsabilidad en la polémica nuclear.
Dicha agencia puntualizó, sin embargo, que aún no se retomado la
fase que procesa ese uranio en bruto y lo convierte en un gas
denominado hexafloruro de uranio HF6, primer paso para el
enriquecimiento de uranio.
«El resto de las instalaciones reanudarán sus trabajos a partir
del miércoles», declaró a ISNA Mohamed Zaidi, uno de los miembros
del equipo negociador iraní. «Ya habíamos anunciado a la OIEA, por
carta, que nos disponíamos a reanudar este proyecto en la fecha
prefijada. Hoy lo hemos hecho», dijo Zaidi, vicepresidente del
Comité de Asuntos Internacionales relacionados con la Energía
Atómica.
«Nuestro objetivo es convertir el polvo de uranio concentrado en
HF6. Hemos comenzado con la preparación del polvo amarillo porque
no tenía precintos», agregó.
«El OIEA ha prometido retirar a finales de semana los sellos en
el resto de instalaciones. En cuanto lo haga, retomaremos esas
actividades», insistió el portavoz iraní. La UE, que presentó el
viernes a Irán una nueva propuesta negociadora para solucionar el
contencioso nuclear que mantiene con la comunidad internacional, ha
advertido al régimen de los ayatolá que la continuación de la
reapertura de la central de Isfahan interrumpiría el diálogo.
El ministro francés de Asuntos Exteriores, Philippe
Douste-Blazy, llegó incluso a señalar que la negativa iraní podría
constituir «el inicio de una crisis internacional importante».
Irán ha destacado, no obstante, que no tiene previsto continuar
con el siguiente paso, consistente en introducir el hexafloruro de
uranio HF6 en centrifugadoras para conseguir uranio enriquecido,
una sustancia que puede ser utilizada como combustible para
alimentar el armamento nuclear.
La Junta de Gobernadores del OIEA celebrará hoy una reunión
extraordinaria para examinar este nuevo desafío iraní y advertir
formalmente al régimen de Teherán de las negativas consecuencias de
su decisión.
El régimen de los ayatolá ha respondido que no se siente
intimidado por esta reunión ni por otras presiones, y que piensa
seguir adelante con sus planes. Estados Unidos presiona desde hace
meses para que la polémica salga del OIEA y llegue al Consejo de
Seguridad de la ONU, y que Irán sea castigado por la comunidad
internacional.
La Casa Blanca afirma que el programa nuclear iraní oculta una
vertiente secreta dirigida a adquirir un arsenal de armamento no
convencional, acusación negada por Teherán, que insiste en que la
energía nuclear es un derecho de todas la naciones y que sus
objetivos tienen unos fines totalmente pacíficos.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.