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EP/AP-BEIJING
El Gobierno de Corea del Norte se comprometió ayer a abandonar su programa de fabricación de armas nucleares y volver al Tratado de No Proliferación tan pronto como sea posible, así como permitir inspecciones por parte de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), según el comunicado emitido por los seis países que participan en las conversaciones de desarme, que alcanzaron su primer acuerdo tras dos años de negociaciones multilaterales sobre esta cuestión. A cambio, Pyongyang pide ayuda energética, cooperación económica y garantías para su seguridad.

En el documento final, Corea del Norte y EEUU también se comprometen a respetar sus respectivas soberanías y su derecho a una coexistencia pacífica. «Estados Unidos afirma que no tiene armas nucleares en la península norcoreana y que no tiene intención de atacar ni invadir Pyongyang con armas convencionales o nucleares», señala el acuerdo.

Los enviados a las conversaciones multilaterales sobre el desarme nuclear de Pyongyang, que se celebran en Beijing, alcanzaron ayer su primer acuerdo tras aceptar de manera unánime un comunicado conjunto en el que se asegura que «lograr la total desnuclearización de la península norcoreana era el objetivo de las conversaciones a seis».

«Éste es el resultado más importante que hemos logrado desde que comenzaron las conversaciones hace más de dos años», señaló el viceministro de Asuntos Exteriores chino, Wu Dawei. En las conversaciones, que comenzaron en agosto de 2003, han participado, además de Corea del Norte y Estados Unidos, Corea del Sur, China, Rusia y Japón.