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EFE-BRIGHTON
El primer ministro británico, Tony Blair, instó ayer a los militantes laboristas a «adaptarse al cambio» para ganar un cuarto mandato, al tiempo que anunció las reformas sociales con las que quiere consolidar su legado. En su discurso ante el congreso anual del Partido Laborista, Blair recordó los logros del nuevo laborismo y advirtió que «no se puede bajar el ritmo» si se quiere conectar con las aspiraciones de los ciudadanos.

Por Irak pasó de puntillas para afirmar que, pese a la situación en Basora y el caos generalizado, el país avanza hacia la democracia con los próximos referendo y elecciones generales. «Luchar por la democracia, sea en Irak, Afganistán, Kosovo o Sierra Leona es, para mí, una causa progresista», insistió, tal vez para justificar sus acciones ante los críticos de su propio partido, a quienes se prohibió presentar una moción para exigir una fecha de retirada de las tropas británicas desplegadas en el país árabe.

Arropado por su esposa, Cherie Blair, y su Gabinete en pleno, pronunció uno de sus mejores discursos y dejó claro que no piensa retirarse en el futuro inmediato, no hasta que haya aplicado las medidas que tiene en cartera.

En el terreno internacional dijo que hay que acercarse más a la UE porque «sería una locura apartarse del primer bloque comercial del mundo», aunque hay que cambiar su modelo social para «que abrace la globalización». Al mismo tiempo se comprometió a mantener una estrecha relación con EEUU, porque siempre hay que estar «donde se toman las decisiones».

El primer ministro enunció las controvertidas reformas previstas en el sector público, que consisten en promover la gestión privada de escuelas y hospitales de forma que la «competencia entre centros» haga mejorar el servicio.

Sobre la fecha de su partida para que le suceda su ministro de Economía, Gordon Brown, Blair no dio pistas, pese a que es la pregunta en boca de todos. Sin embargo, su esposa, Cherie, dijo a una periodista que le preguntó si echaría de menos el Gobierno: «Cariño, falta aún tanto tiempo para eso que ni siquiera me lo he planteado».