El canciller alemán, Gerhard Schröder, y la aspirante conservadora
a la Cancillería, Angela Merkel, «aparcaron» ayer el pulso que
mantienen por el liderazgo del futuro Gobierno para ahondar en la
cuestión de los contenidos, con el compromiso de lograr una
constelación estable de gobierno.
«Parto de la base de que se puede lograr una coalición estable
que dure los cuatro años de la legislatura y mantenga a Alemania en
el camino de las reformas», dijo Schroeder tras una segunda reunión
con Merkel, destinada a sondear las posibilidades de una gran
coalición.
Merkel calificó de «constructiva y sincera» la reunión, que abre
la puerta a un posible inicio de negociaciones de coalición -se
acordó una nueva ronda para el próximo miércoles-, y que se
desarrolló en un clima que «ni yo misma hubiera considerado posible
hace unos días, por la dura confrontación de la pasada campaña»,
señaló.
Mientras Schröder y Merkel coincidían en valorar esos aspectos
positivos, como restando importancia a que ambas partes mantuvieron
sus pretensiones a dirigir el futuro gobierno, sus respectivos
lugartenientes en la ronda de sondeos marcaron las diferencias.
Franz Müntefering, presidente del Partido Socialdemócrata (SPD),
insistió en que unas negociaciones tenían que hacerse «de igual a
igual», mientras que el líder bávaro Edmund Stoiber, afirmaba que
el SPD debe «respetar las reglas del juego democrático» y que éstas
dictan que la primera fuerza parlamentaria es la que asume el
liderazgo.
«Así como las reglas del juego establecen que un equipo de
fútbol no puede acudir al campo con doce jugadores, así hay que
mantener también las reglas del juego democrático», subrayó.
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