El presidente iraquí, Jalal Talabani (derecha), junto al viceprimer ministro Ahmand Chalabi.

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Un atentado suicida en Tel Afar, a unos 400 kilómetros al norte de Bagdad, ha dejado al menos 31 muertos y 35 heridos pocas horas después de que las autoridades anunciasen cambios en la Constitución para tratar de lograr el apoyo de la comunidad suní, que hasta ahora se mostraba contraria a algunos aspectos de la Carta Magna y pedía el voto en contra en el referéndum del próximo sábado.

La fuente añadió que todas las víctimas eran hombres originarios de la provincia de Nínive que se habían desplazado al lugar para incorporarse al Ejercito iraquí, precisó la fuente.

El atentado suicida fue perpetrado poco después del mediodía en la pequeña localidad de Al Qalam, dieciocho kilómetros al este de Tel Afar, y dejó al menos 31 muertos y 35 heridos.

Según explicó el capitán Raad Yaburi, de la oficina de coordinación militar iraquí-estadounidense en la provincia de Nínive (a la que pertenece Tel Afar), el atentado lo perpetró un hombre con un cinturón de explosivos, que hizo estallar la carga que portada junto a centenares de hombres que esperaban para alistarse.

Yaburi aseguró que el atentado se produjo «pese a las intensas medidas de seguridad tomadas en la ciudad» tras el ataque con coche bomba de ayer en Tel Afar.

Estos nuevos golpes terroristas llegan escasas horas después de que lideres políticos sunís hayan acordado con sus homónimos iraquíes realizar una serie de modificaciones en la Constitución del país, que será sometida a referéndum el próximo sábado día 15. Aunque la mayoría de los dirigentes iraquíes rehusaron detallar en qué consistirán las modificaciones, Abdel Aziz Al Hakim, líder del chií Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak (CSRII), grupo mayoritario en el parlamento del país, señaló que los cambios afectarían a siete u ocho artículos que se aplicarían una vez que se apruebe el borrador. Las modificaciones tratan de responder a las exigencias de la comunidad árabe suní, que hasta ahora se ha mostrado contraria al borrador de la nueva Carta Magna y había pedido el voto en contra en el referéndum.