Un soldado estadounidense juega con niños iraquís en la localidad de Tikrit.

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Los resultados «preliminares parciales» de la consulta sobre la nueva constitución iraquí en trece provincias, divulgados por la Comisión Suprema Electoral (CSE), muestran una clara victoria del «sí», pero falta por saber el resultado en cinco provincias clave. El «sí» a la nueva constitución ganó con porcentajes que van del 51 al 99 por ciento en doce de esas provincias a excepción de la provincia suní de Salahedín (con capital en Tikrit), donde solo obtuvo un 18 por cien de los votos.

El «sí» a la constitución fue superior al 90 por ciento en las provincias kurdas de Suleimaniya y Dohuk (Kurdistán), y en las chiíes de Kerbala, Maysán, Qadisiya, Wasat, Dhi Qar, Wasat y Nayaf. También ganó el «sí», aunque con un porcentaje menor, en Bagdad (78 por ciento), Kirkuk (62 por ciento) y Diyala, en este caso solo con un 51 por ciento, dada la composición mixta (suní-chií) de la provincia.

Sin embargo, aún no se han dado cifras sobre las otras dos provincias con población mayoritariamente suní (Al Anbar y Nínive), pues los votos están siendo verificados por expertos nacionales de la CSE, con ayuda de expertos extranjeros, ante la sospecha de ciertas irregularidades durante el primer recuento. La importancia de estas dos provincias estriba en que, si la constitución es rechazada por tres provincias con porcentajes de votos negativos superiores a los dos tercios en los tres casos, entonces la constitución queda definitivamente anulada. Tampoco se conocen los resultados de Erbil, Babel ni Basora.

Por otro lado, el secretario general de la Liga Arabe, Amro Musa, prosiguió con su campaña para organizar una «conferencia de reconciliación nacional», y con ese fin visitó al ayatolá Ali Sistani, máximo líder religioso de la comunidad chií de Irak; y al presidente del Kurdistán iraquí, Masud Barazani. Musa aseguró que cuenta con el apoyo de Sistani tras visitar al clérigo en su sede de la ciudad santa de Nayaf (al sur de Bagdad), que acoge los principales santuarios y centros teológicos de los chiíes, que constituyen el 60% de los 25 millones de habitantes de Irak. El apoyo de Sistini puede ser vital para la solución pacífica del conflicto.