El vicepresidente de EE UU, Dick Cheney, está a favor de «presionar» a los presos.

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En medio de críticas que cuestionan los métodos de trabajo e interrogatorios de la CIA, su director, Porter Goss, asegura que la agencia de espionaje no tortura, sino que usa «métodos originales e innovadores» para obtener información.

La entrevista se publica después de que el Senado aprobara el mes pasado, por 90 votos contra 9, una enmienda propuesta por el legislador republicano John McCain que prohíbe el trato «cruel, degradante o inhumano» a los presos en poder estadounidense. El Senado debe ponerse ahora de acuerdo con la Cámara de Representantes sobre la enmienda, que la Casa Blanca amenaza con vetar.

En una entrevista que publicó ayer el periódico «USA Today», Goss, quien asumió el cargo el año pasado como parte de una reestructuración de los servicios secretos de EEUU, aseguró que, pese a las numerosas denuncias salidas a la luz en los últimos tiempos, la Agencia Central de Inteligencia (CIA), «no usa la tortura. La tortura no funciona. Usamos métodos legales para obtener información vital y lo hacemos mediante una serie de maneras originales e innovadoras, que son todas legales», aseguró.

El vicepresidente de EEUU, Dick Cheney, presiona al Congreso para lograr que la enmienda excluya a la CIA. Quienes critican la enmienda de McCain alegan que, llevada al extremo, impediría incluso la presión psicológica a los presos por parte de los agentes que les interrogan, que no podrían, por ejemplo, ni siquiera llamar «cobarde» al detenido.

En la entrevista, Goss asegura que la institución que dirige tiene una actitud neutral ante la enmienda de McCain, pero deja claro que los métodos que emplea la CIA y que esa moción vetaría, han aportado información muy valiosa para EEUU.

«Hay mucha desinformación rondando en torno a la cuestión de los detenidos. Eso incluye supuestas actividades de esta agencia», declaró el alto funcionario, que sostuvo la necesidad de ser flexible en la lucha contra el terrorismo.

«Un enemigo que trabaja en una red amorfa que no tenga que preocuparse por una serie de reglas, de cadenas de mando, del Estado de Derecho o ninguna otra cosa tiene una gran ventaja frente a una organización lenta, burocrática, torpe y llena de reglamentos», explicó.