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Los ministros de Exteriores de la OTAN y la UE se dieron ayer por «satisfechos» con las garantías de la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, sobre la postura de Washington contra la tortura y de respeto a la soberanía de sus aliados, aunque no habló sobre las supuestas prisiones secretas en países del Este de Europa.

Tras la polémica de las últimas semanas sobre los supuestos vuelos secretos de la CIA por países europeos y las posibles cárceles secretas de esa agencia en Europa, ambas partes ofrecieron ayer un tono conciliador común, e insistieron en que hay que usar todas las herramientas que permite la legalidad en la lucha contra el terrorismo.

Rice y los ministros explicaron, al margen de la reunión ministerial de la OTAN, algunos detalles de la cena a puerta cerrada que mantuvieron la noche del miércoles al jueves en Bruselas, y en la que la responsable estadounidense tampoco aportó mucha información realmente nueva, según reconocieron varios responsables europeos, entre ellos el secretario de Estado español de Asuntos Exteriores, Bernardino León.

En una conferencia de prensa en Bruselas, León explicó que Rice dio en la cena una «larguísima explicación» sobre los vuelos y «dejó muy claro que no se ha torturado, que la legislación internacional se aplica en EEUU como en el resto de la comunidad internacional».

El número dos de Asuntos Exteriores añadió: «Hemos estado todos de acuerdo en considerar por lo general esas explicaciones satisfactorias».

Condoleezza Rice insistió, tal como ha hecho en otras etapas de su actual gira europea, en que Estados Unidos «no practica ni admite» la tortura, y que su Gobierno ha respetado la soberanía de sus aliados europeos en cualquier vuelo, con el respeto de «todos los procedimientos y requerimientos» nacionales.