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Al menos treinta personas murieron y más de 20 resultaron heridas en un ataque suicida contra un autobús en Bagdad, el último en la oleada de violencia que azota el país y que crece según se acercan las elecciones parlamentarias del 15 de diciembre. El nuevo atentado ocurrió cuando un suicida hizo estallar la carga explosiva que tenía adosada al cuerpo en medio de los pasajeros del vehículo en una estación de autobuses del barrio de Al Nahda, según fuentes policiales y médicas.

«La explosión ocurrió cuando el autobús iba a salir de la estación con dirección hacia la ciudad de Naseriya», a unos 400 kilómetros al sur de la capital, dijo el capitán de Policía Salam Jatab, que no descartó que las víctimas sean en su mayoría chiíes. Según Jatab, otros cuatro autobuses quedaron dañados por el ataque, el más sangriento en Bagdad desde hace varios meses.

Las fuerzas de seguridad acordonaron toda la zona en la que se produjo el ataque, mientras que las ambulancias trasladaron a los heridos a cuatro hospitales de Bagdad. Esa misma estación de autobuses, de la que parten vehículos para las distintas ciudades del país, sufrió un triple atentado en el que perdieron la vida más de 40 personas.

El pasado martes, 27 policías perdieron la vida en un atentado similar en el que más de 30 personas resultaron heridas, perpetrado por dos mujeres en el interior de la Academia de Policía, en el este de la capital.