Slobodan Milosevic, en una de sus últimas comparecencias ante el tribunal que lo juzgaba en La Haya.

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AGENCIAS-LA HAYA
El ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, que estaba siendo juzgado por crímenes de guerra y genocidio por el Tribunal Penal Internacional de La Haya para la Antigua Yugoslavia (TPIY), fue encontrado muerto ayer en su celda.

La muerte de Milosevic se produce cinco días después del suicidio del ex líder de los serbios de Croacia Milan Babic en su celda del centro de detención del TPIY, donde cumplía una pena de 13 años por crímenes cometidos contra civiles no serbios en la rebelde «República Serbia de Krajina» en el este de Croacia.

Según una nota del TPIY, un guardián encontró muerto al ex presidente, de 64 años, en su cama en las dependencias del TPIY en Scheveningen y solicitó inmediatamente ayuda médica, que sólo pudo certificar el fallecimiento. El TPIY emitió horas después un comunicado en el que señala que ha abierto una investigación y se ha ordenado una autopsia y un examen toxicológico. Según fuentes oficiales holandesas, país que acoge el proceso, no había evidencias iniciales de que pudiera ser un suicidio sino una muerte «por causas naturales».

Milosevic, que estaba siendo juzgado por el TPIY desde febrero de 2002 por crímenes de guerra y genocidio en Kosovo, Croacia y Bosnia-Herzegovina, había pedido ir a Moscú para recibir tratamiento por su hipertensión crónica, una solicitud que fue denegada por el tribunal.

Su hermano mayor, Borislav Milosevic, había tachado de «inhumana» la negativa del TPIY, que alegó entonces que podía recibir el mismo tratamiento en Holanda y ayer declaró en Moscú que «toda la responsabilidad por esto recae en el Tribunal Internacional para la Antigua Yugoslavia».