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EFE-MÉXICO
La izquierda mexicana impidió hoy al presidente, Vicente Fox, leer su último informe en el Congreso, en una jornada histórica que se resolvió sin violencia pero que evidenció la grave crisis política originada por las acusaciones de un presunto fraude electoral.

Con gritos de «sufragio efectivo, no corrupción» y pancartas de «Fox traidor», los parlamentarios se negaron a moverse hasta que el gobernante suspendiera el dispositivo de seguridad en las calles adyacentes al Legislativo, lo cual, según el senador del PRD Carlos Navarrete, suponía «una suspensión de las garantías constitucionales».

Fox, que encabeza un mandato considerado de transición, iniciado en 2000 después de 71 años de gobierno de un único partido, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), enfiló sus últimos tres meses de gestión con un singular y polémico acto en el Palacio Legislativo de San Lázaro, de la capital mexicana.

El mandatario entregó personalmente su sexto informe de gestión en las puertas de un Congreso fuertemente custodiado por efectivos del ejército y de la policía, pero no pudo pronunciar su discurso por la acción de los legisladores de la izquierda, que ocuparon la tribuna.

Al abandonar el lugar, el presidente mexicano hizo una defensa de las instituciones democráticas del país y pidió a la izquierda que no las acorralen «por la vía de la intransigencia y la violencia», antes de pronunciar por televisión el mensaje que debería haber emitido en el Congreso.

Según los expertos, un hecho así no había sucedido en el país por lo menos desde la promulgación de la actual Constitución, en 1917.

Los diputados y senadores de izquierda, que protestan por el presunto fraude electoral cometido en contra de candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, justificaron la medida de fuerza ante el cerco policial y militar en la Cámara que consideraron una violación de garantías constitucionales.

El Partido Revolucionario Democrático (PRD) acusa también a Fox de complicidad en el supuesto fraude registrado en los comicios presidenciales y legislativos del pasado 2 de julio.

En la votación, el candidato del oficialista Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón, obtuvo una mínima ventaja de 243.934 votos (0,58 puntos porcentuales) sobre López Obrador, del PRD.