«Voy a retirarme. Después de esto mi candidatura está fuera de lugar», dijo Gül a los periodistas a la salida de la Cámara, aunque la decisión oficial aún la debe tomar el gobernante islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP).
Más tarde, Gül incidió en rueda de prensa que «el proceso de votación (parlamentaria) no va a dar resultado» y «carece de sentido mantener una nueva ronda electoral» debido a la parálisis a la que esta sometido el Parlamento por el boicot de la oposición.
Gül dejó así clara su intención de retirarse de la carrera presidencial, aunque los comentaristas indican que el paso oficial se dará hoy, ya que debe hacer saber al presidente del Legislativo que retira su candidatura.
El abandono de Gül supone un triunfo de las formaciones seculares, que han conseguido bloquear su designación como presidente por el temor de que pueda establecer una agenda islamista desde la jefatura del Estado. Sin embargo, con la salida de escena de Gül, el único candidato al cargo, la situación se puede complicar debido a que el artículo 102 de la Constitución especifica que se acudirá «inmediatamente» a las urnas en caso de que no se logre la designación de un nuevo presidente. Para salir de la crisis institucional y la división social entre islamistas y laicos, el Parlamento acordó adelantar los comicios legislativos al próximo 22 de julio.
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