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FRANCE PRESS/EFE-NÀPOLES
Los bomberos de Nápoles (sur de Italia) apagaron anoche 84 incendios de montones de basuras, en un nuevo episodio de la crisis que vive la ciudad de manera crónica por la falta de vertederos. Se calcula que en los últimos días se han acumulado en las calles napolitanas unas cinco mil toneladas de desperdicios, al funcionar sólo un vertedero en este momento.

Ante el mal olor, la falta de higiene y la imposibilidad de pasar por las calles, los vecinos prenden fuego a las basuras acumuladas, a pesar de que tienen graves consecuencias para la salud, debido a que se liberan grandes cantidades de dioxinas. El temor a epidemias se acrecienta, mientras otros napolitanos se dedican a levantar barricadas.

El presidente de la región de Campania, Antonio Bassolino, declaró que «la única posibilidad que tenemos está ligada a la colaboración con el Gobierno». «Nápoles está al límite; la población tira la basura en la calle y expulsa a los gitanos. Se debe buscar una fuerte colaboración», dijo Bassolino.

El presidente de Campania, región a la que pertenece Nápoles, se refería así a los incendios de campamentos de gitanos vacíos que se han registrado a principios de semana y algunas agresiones dirigidas contra ellos.

La 'crisis de las basuras' es recurrente en Nápoles desde hace catorce años y tuvo su último pico a principios de este año, cuando el Gobierno de centroizquierda de Romano Prodi envió al Ejército para intentar acabar con el problema.

El nuevo Gobierno, el del conservador Silvio Berlusconi, celebrará su primer Consejo de Ministros el día 21 en Nápoles y en el orden del día figura la crisis de las basuras. Un gesto simbólico para una ciudad a la que prometió liberarla del «escándalo» de las basuras.