La esposa del ex presidente Bill Clinton abraza a su hija, Chelsea, al inicio del acto de ayer. Foto: EFE

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AGENCIAS-DENVER Hillary Clinton, que durante meses criticó con dureza la inexperiencia de Barack Obama, salió ayer a escena para defender las cualidades del candidato, en un gesto que supone un paso sin retorno a la segunda fila del Partido Demócrata.

La Convención Demócrata que se desarrolla en Denver es bien distinta de cómo la había imaginado la senadora por Nueva York, que luchó duramente en las primarias con la confianza de que sería su nombre, y no el de Obama, el que sería proclamado mañana como candidato a la Presidencia de Estados Unidos.

Pero las cosas no fueron como esperaba y la ex primera dama tuvo que tomar ayer la palabra para alabar las cualidades presidenciales de un candidato al que, durante las primarias, acusó de «no estar preparado para gobernar desde el primer día».

El ex presidente Bill Clinton hablará en la convención hoy, pero no se le ha asignado un horario de «máxima audiencia», en claro reflejo de las tensiones que existen con la campaña de Obama tras los enfrentamientos verbales de las primarias.

El papel de «teloneros» de los Clinton no ha pasado inadvertido a los analistas, que ven cómo la pareja -dos políticos tradicionales que ya han pasado los sesenta- está dejando paso a su pesar a la sangre nueva en el partido que representa Obama.

Unidad del partido
Pese a que muchos analistas han criticado que la senadora no ha mostrado todo el entusiasmo que debía, la ex primera dama ha insistido en que su apoyo a Obama es incondicional y completo, y en que ha dado más muestras de su respaldo que cualquiera que haya estado en su situación en campañas anteriores. «La unidad del partido es para ella muy importante. La he oído hablar dos veces, y cada vez habla con su corazón de la necesidad de apoyar a Obama-Biden», agrega la delegada por Nueva York.

Hoy, la ex primera dama tiene previsto reunirse con sus seguidores para darles libertad de votar por Obama. Antes, su candidatura se someterá a votación en la Convención, como un gesto de reconocimiento por los 18 millones de votos que logró en las primarias, más que cualquier otro candidato en la historia.