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EFE-ATENAS El centro de Atenas volvió a ser escenario ayer, por tercer día consecutivo, de graves disturbios, con miles de jóvenes enfurecidos por la muerte el sábado pasado de un muchacho de 16 años a manos de la policía.

Según las imágenes de las televisiones locales, cientos de encapuchados se enfrentaron a las fuerzas del orden, destruyendo lo que encontraban a su paso, saqueando tiendas y volcando coches.

Además, algunos manifestantes armados con bombas incendiarias prendieron fuego a varios edificios en el centro de la capital.
La policía respondió a estas acciones con gases lacrimógenos en el centro de Atenas y también en Salónica, la segunda ciudad más importante del país.
Un vehículo de los bomberos junto al Parlamento en Atenas fue atacado por los encapuchados, mientras continuaba la destrucción de tiendas, coches y fachadas de bancos cerca de las plazas de Omonia y Sindagma, en el corazón de la capital griega.

Incluso el árbol de Navidad colocado en la plaza Sindagma fue destruido por las llamas provocadas por una bomba incendiaria, mientras que un gran almacén cercano también fue presa del fuego.

Los bomberos tuvieron que rescatar a varias personas atrapadas en los pisos superiores del Banco Nacional de Grecia, tras ser alcanzado por varias bombas incendiarias.

Dos bancos cercanos a una gasolinera en una céntrica avenida se encontraban también en llamas y los ciudadanos hacían llamadas desesperadas para que los bomberos se apresuraran a extinguirlo.