El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, llegó ayer a Bagdad en una visita sorpresa en la que se reunió con su homólogo iraquí y con las tropas estadounidenses allí desplegadas. La tranquilidad se vio, sin embargo, interrumpida cuando un periodista lanzó uno de sus zapatos a Bush, protegido por la seguridad, y le llamó 'perro'. g Foto: KEVIN LAMARQUE/REUTERS

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EUROPA PRESS-NUEVA YORK Un documento federal recientemente obtenido por el diario estadounidense The New York Times denuncia por primera vez que los esfuerzos de reconstrucción desarrollados en Irak por el Gobierno estadounidense han fracasado estrepitosamente al carecer de cualquier tipo de organización o método, lo que ha llevado al despilfarro de miles de millones de dólares destinados a inversión en proyectos de construcción local, en manos de políticos iraquíes, y mal entregados por las autoridades estadounidenses, desconocedoras de los entresijos de la situación interna en el país árabe.

«El Gobierno estadounidense jamás ha desarrollado una doctrina sancionada legislativamente, un marco de trabajo para la planificación preparación y ejecución de las operaciones de contingencia a través de la colaboración entre organismos diplomáticos, de desarrollo y Ejército», afirma el documento de 513 páginas, titulado Duras Lecciones: La Experiencia de la Reconstrucción en Irak, y que circula ya entre diversos grupos de análisis y expertos en política de Washington.

En él, se concluye también que el Pentágono exageró el progreso realizado en el país para esconder enormes deficiencias, principalmente en el ámbito esencial de la remodelación de las fuerzas de seguridad iraquíes. Uno de los párrafos del texto cita al ex secretario de Estado Colin Powell afirmando que en los meses inmediatamente posteriores a la invasión de Irak, el Departamento de Defensa «seguía inventándose la cantidad de fuerzas de seguridad iraquíes en el país», inflando la cifra en 20.000 hombres por semana.»
(Desde el Pentágono) Decían 'ahora tenemos 80.000 efectivos de seguridad, ahora tenemos 100.000, ahora tenemos 120.000...», declaraba Colin Powell.
Estas declaraciones están corroboradas tanto por el antiguo comandante de las tropas de tierra en Irak, general Ricardo Sánchez, como por el administrador civil de la Autoridad Provisional previa al Gobierno iraquí, Paul Bremer.

Sin capacidad técnica
Las mismas apuntan a otra conclusión que estima que Estados Unidos carece, en estos momentos, tanto de la capacidad técnica como de la estructura necesarias para abordar un programa de reconstrucción a semejante escala, el más importante jamás emprendido desde el Plan Marshall tras la Segunda Guerra Mundial.

Jamás se sabrá si el esfuerzo de reconstrucción pudo haber tenido lugar en un entorno más pacífico.
El informe lamenta la decisión adoptada por la Autoridad Provisional de Bremer en abril de 2004, cuando se ordenó la disolución de las fuerzas de seguridad iraquíes, quienes se amotinaron o abandonaron sus puestos ante el estallido de la insurgencia, enviando a Irak por un camino de violencia del que jamás se ha recuperado por completo.