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OTR/PRESS-WASHINGTON El presidente saliente estadounidense, George W. Bush, al que le quedan siete días de mandato, realizó ayer su última rueda de prensa oficial en la Casa Blanca. En ella aseguró que «la mayor amenaza que afronta Obama es un ataque en territorio de EE UU», y le recordó a su sucesor que «aún existen enemigos» que quieren perjudicarles.

Por otro lado, Bush aseguró que solicitaría al Congreso los 261.000 millones de euros (350.000 millones de dólares) que restan del plan de rescate económico aprobado en octubre si se lo pedía Obama, cosa que finalmente sucedió.

Durante su comparecencia, Bush también tuvo palabras para el conflicto palestino-israelí, para la guerra de Irak, y para el eje del mal.
«La amenaza más urgente que deberán afrontar Barack Obama y los próximos presidentes será tener que lidiar con un atentado contra nuestro territorio», aseguró Bush, durante su última comparecencia oficial ante los medios como presidente de los Estados Unidos.

«Me gustaría que no fuera así, pero todavía hay enemigos por ahí que quieren perjudicar a Estados Unidos. Y ésa será la mayor amenaza». Aunque en tono pausado y relajado, el todavía presidente no dudó en volver a recurrir a su mejor discurso belicista para defenderse de las críticas a su Administración por algunos temas polémicos como las torturas en los interrogatorios y advertir a los estadounidenses de que el país todavía corre el riesgo de sufrir un ataque terrorista.

«¿Recordáis cómo estaban las cosas después del 11 de septiembre? La gente se preguntaba, ¿cómo no lo vieron venir? Empezamos a adoptar algunas medidas para atar bien los cabos, y después la gente empezó a preguntarse, ¿cómo están atando los cabos?», añadió Bush, en un tono muy distendido.

Respecto a Irak, lamentó una vez más haber dicho cosas «que no debería haber dicho» y reconoció que fue un error proclamar la victoria tan sólo un mes después de la invasión. «Había una pancarta con la frase misión cumplida que iba dirigida a los marineros del barco, pero transmitió un mensaje erróneo. Yo no creía que la guerra se había terminado», indicó.