Tanques del Ejército israelí toman posiciones en el norte de la ciudad de Gaza. Foto: JERRY LAMPEN/REUTERS

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SAUD ABU RAMADAN-GAZA
Gaza permanecía ayer envuelta en llamas tras iniciar el Ejército de Israel su avance hacia el interior de la capital de la Franja, donde bombardeó una sede de la ONU, un hospital y un centro que albergaba varios medios internacionales. Columnas de humo se alzaban tras los bombardeos que apoyaron el asalto de los barrios periféricos de la ciudad por parte de tropas y vehículos blindados israelíes, que por primera vez penetraron en el núcleo urbano, de donde huyeron miles de habitantes obligados a abandonar sus hogares y buscar refugio en lugares más seguros.

A media tarde de la vigésima jornada de la ofensiva israelí Plomo Fundido, 26 palestinos habían perdido la vida por esos ataques, entre ellos el ministro del Interior del gobierno de Hamás, Said Siam, alcanzado por un bombardeo en el norte de la Franja. Siam murió al venirse abajo tras un ataque israelí el edificio de tres plantas en que se encontraba, según testigos, cuya versión fue confirmada poco después por portavoces oficiales de Hamás, que precisaron que en el bombardeo también murieron un hermano y un hijo del dirigente islamista.

Portavoces militares israelíes declinaron confirmar si la actual operación terrestre es el inicio del asalto final contra Hamás tras casi tres semanas desde el comienzo de la ofensiva y si en los próximos días las tropas intentarán llegar al centro de la capital. Los que sí llegaron ayer fueron sus proyectiles de artillería de 155 milímetros, que desde fuera de la Franja alcanzaron la sede principal de la agencia de la ONU para los refugiados, UNRWA, provocando heridas a tres personas y daños incalculables. «La ayuda humanitaria que ha entrado en Gaza en los últimos días está ardiendo», dijo el portavoz de la agencia, Adnan Abu Hasnan. Con ella ardieron los depósitos de combustibles reservados para el traslado de la ayuda humanitaria de la ONU, en momentos en que el secretario general de la organización mundial, Ban Ki-Moon se reunía en Tel Aviv con la ministra israelí de Exteriores, Tzipi Livni.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, aseguraron que milicianos de Hamás dispararon a sus tropas desde el edificio de la ONU atacado. Las fuerzas israelíes también dispararon contra el hospital Al-Quds en el barrio de Tel Hawa, en el este de la ciudad de Gaza, que recibió cuatro impactos. En el interior del hospital permanecen atrapadas cerca de quinientas personas y, dos horas después del ataque "que se produjo al mediodía", tiradores de élite del Ejército no dejaban entonces que nadie saliera del recinto.