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OTR/PRESS-JERUSALÉN Las tropas israelíes comenzaron a abandonar la franja de Gaza gradualmente, sin dejar claro si van a retirarse totalmente de la región, y con un reguero de unos 1.300 palestinos muertos a sus espaldas, tras tres semanas de ofensiva contra el lanzamiento de cohetes de Hamas sobre su territorio, en la que el bando israelí ha sufrido un total de 13 muertos. La operación también provocó la destrucción de 4.000 edificios, cuya reparación costará más de mil millones de euros. Por su parte, Hamas asegura pese a todo que han ganado la guerra y que seguirá rearmándose a pesar de las amenazas de Israel.

Por otro lado, Egipto sigue intentando mediar entre ambos bandos para que alcancen una tregua duradera, e insta a Hamas a asumir sus responsabilidades. Mientras, el dirigente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, propuso desde Cisjordania la formación de un Gobierno de unidad nacional en Gaza, hasta que se celebren nuevas elecciones parlamentarias y presidenciales.

La operación militar 'Plomo fundido' del Ejército israelí ha causado la muerte de alrededor de 1.300 personas, según informó la agencia humanitaria de noticias de la ONU, IRIN. Además, otras 5.400 resultaron heridas, y los miles de desplazados comienzan a volver a sus hogares. El problema es que la ofensiva israelí ha destruido más de 4.000 edificios, el 15% de los existentes en la franja, y muchas familias se encuentran en la calle, o con un hogar en muy mal estado. Diplomáticos occidentales dijeron que la reparación de las infraestructuras dañadas podrían alcanzar un coste de más de 1.200 millones de euros.

En este sentido, el rey saudí Abdulá anunció, durante la cumbre económica de la Liga Arabe celebrada en Kuwait, una donación de 1.000 millones de dólares «como contribución en cumplimiento del programa propuesto en la cumbre para la reconstrucción de Gaza». Sin embargo, Israel tiene la intención de vigilar de cerca la reconstrucción de la franja de Gaza con el objetivo de evitar que ningún proyecto beneficie a Hamas, según diplomáticos occidentales. Debido a que los túneles que conectan Gaza con Egipto fueron bombardeados durante la ofensiva, Israel ostenta ahora un control total para determinar cómo y en qué medida se lleva a cabo la reconstrucción, que será ampliamente financiada por la comunidad internacional.

Por su parte, Hamas y otras facciones palestinas comenzaron el domingo a celebrar la victoria del conflicto. En una comparecencia de prensa, Abu Obeida, portavoz del brazo armado de Hamas, reivindicó que la capacidad de su movimiento para lanzar cohetes no ha disminuido, y amenazó con reanudar la lucha armada si Israel no retira sus tropas. Además, confirmó que Hamas había perdido 48 milicianos, muy por debajo de los 500 de los que habla Israel.