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TERESA BOUZA-WASHINGTON La comunidad negra de Estados Unidos se prepara para vivir hoy el día más feliz de su historia con la investidura de Barack Obama como primer presidente negro del país. Chloe Washington, una afroamericana de Chicago de se encuentra de visita en la capital estadounidense, aseguró que será el día «más feliz» de su vida.

«Es el día que llevo esperando desde que empecé a votar a los 18 años», dijo Chloe Washington, quien espera sentir un orgullo comparable sólo al que experimentó cuando dio a luz a su hijo. Al igual que la funcionaria de Chicago de 51 años, afroamericanos de todo el país han viajado a Washington para asistir a la histórica toma de posesión de Obama que hará realidad el sueño del reverendo Martin Luther King, cuya festividad se celebró ayer en EEUU con motivo del aniversario de su nacimiento, hace 80 años.

Barack Obama será hoy el presidente número 44 de Estados Unidos, pero ayer se convirtió en el «pintor en jefe» de una casa de acogida de indigentes, parte de una jornada dedicada al servicio a los demás en honor a Martin Luther King, que hubiera cumplido ayer 80 años. En este día, otros políticos tal vez estarían preparando un discurso que entrará en la historia, pero Obama se quitó la chaqueta, se arremangó una camisa impecablemente blanca y metió el rodillo en un recipiente de pintura azul celeste.

Acompañado por Martin Luther King III, el hijo del asesinado defensor de los derechos de los negros, Obama ayudó a pintar un dormitorio en la Sasha Bruce House, ubicada a un tiro de piedra del Congreso.