Un indígena vota en El Alto (Bolivia), durante el referéndum sobre la nueva Carta Magna que promueve el oficialismo. g Foto: GASTÓN BRITO/REUTERS

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JAVIER ALIAGA-LA PAZ
Los bolivianos votaron ayer en calma por una nueva Constitución para definir «el destino» de su país, según sostuvo el presidente Evo Morales, y entre las denuncias de la oposición sobre posibles irregularidades o fraudes en la consulta. La Corte Nacional Electoral (CNE), los observadores internacionales y el Ministerio de Gobierno (Interior) ratificaron que la tónica de la jornada fue la «tranquilidad», aunque con pequeños incidentes en algunas localidades sobre «inducción» de voto.

Según dijo el ministro de Gobierno Alfredo Rada en una rueda de prensa, en las regiones de Santa Cruz y Tarija hubo casos de voto inducido para que se opte por el «No», y en La Paz por el «Sí» al proyecto de Constitución impulsado por Morales con el propósito de dar paso a una «nueva Bolivia». La policía investiga ya estos casos, dijo Rada, que remarcó que no alteran la normalidad que presentó ayer Bolivia donde más 3'8 millones de votantes están convocados a sufragar en el referendo constitucional.

El referendo consta de dos consultas: una sobre la extensión de un latifundio ocioso expropiable (5.000 ó 10.000 hectáreas), asunto que quedó sin acuerdo en la Asamblea Constituyente, y la segunda sobre el conjunto de los 411 artículos del proyecto de Carta Magna. Se trata de un documento que propugna una Bolivia plurinacional, orientada a la integración indígena, autonómica y de economía «estatista», pero la oposición critica que otorga privilegios a grupos étnicos en detrimento de los mestizos y que no recoge una descentralización verdadera.

Es la primera vez que los bolivianos votan sobre una Carta Magna en el país, que desde 1825 ha tenido 15 textos constitucionales. La última y aún vigente data de 1967. En sus primeras declaraciones, el presidente Morales destacó que sus compatriotas definirán hoy el «el destino y el futuro» del país, tras depositar su voto en su feudo cocalero del Chapare, en la región de Cochabamba (centro).

Acompañado por un grupo de militares, sus bases sindicales y sus dos hijos, el mandatario sufragó en una escuela de Villa 14 de Septiembre, donde se formó como dirigente cocalero para después saltar a la política y llegar a la Presidencia de su país en 2006.