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EFE-LONDRES Dos jueces del Tribunal Superior de Inglaterra y Gales acusaron ayer a EE UU de ocultar pruebas sobre la supuesta tortura a un presunto terrorista recluido en Guantánamo.

Los magistrados no divulgaron las evidencias porque las autoridades estadounidenses amenazaron con interrumpir la cooperación antiterrorista con Gran Bretaña si se hacían públicos los detalles.

Los jueces también indicaron que los abogados que representan al ministro británico de Exteriores, David Miliband, precisaron que la amenaza sigue vigente con Obama.

El recluso es el etíope Binyam Mohamed, con estatus legal de residente en el Reino Unido, que lleva más de cuatro años en Guantánamo acusado de conspirar con Al Qaeda.

En el auto, los jueces John Thomas y David Lloyds Jones afirman que las pruebas deberían divulgarse al margen de lo «embarazoso que puedan ser».
El diputado conservador David Davis pidió en el Parlamento explicaciones al Gobierno. Según Davis, el auto sugiere que el Reino Unido fue cómplice de las torturas, por lo que exigió que el ministro de Exteriores haga una declaración tan pronto como sea posible para «explicar qué demonios está pasando».

El parlamentario «tory» subrayó que Miliband tiene que aclarar el «nivel de complicidad» de las autoridades británicas.
Por su parte, el PE pide a los gobiernos de la UE que se preparen para acoger reclusos liberados de Guantánamo si lo solicita la Administración estadounidense.

Los eurodiputados se mostraron a favor de acoger en Europa a aquellos prisioneros que no sean llevados a juicio, pero cuya vida correría peligro si regresaran a sus países de origen.