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OTR/PRESS-JERUSALÉN La última polémica del Tsahal, el Ejército israelí, ha surgido a raíz de las camisetas que encargan los militares para celebrar, por ejemplo, la conclusión de un cursillo, con caricaturas y lemas tan crudos como «Un disparo, dos muertes» inscrito bajo un dibujo de un punto de mira que apunta al vientre de una mujer embarazada vestida con la típica túnica islamista. Esta camiseta en concreto corresponde a una unidad de la brigada Givati del Ejército hebreo.

Es sólo un ejemplo de las impresiones en camisetas, gorras y sudaderas que los soldados suelen utilizar en el ámbito militar, según revela un reportaje publicado por el diario israelí 'Haaretz'. Las camisetas más polémicas suelen ser las de los cursos de puntería o especializados en francotiradores. «Es una especie de ceremonia de vinculación.

Todo el mundo sabe que los francotiradores tienen líos mentales. Nuestras camisetas están llenas de dobles sentidos», indicó un soldado de la brigada Golani. Al ser preguntado por la camiseta de la mujer embarazada, este militar admitió que «hay gente que cree que no está bien». «Yo también lo creo, pero no significa nada. Nadie va a ir y disparar a una mujer embarazada».

En 2007 se hicieron camisetas con el lema «Más pequeño, más difícil» en las que había el dibujo de un niño. «Es un niño, así que tienes más problemas a nivel moral, y además el objetivo es más pequeño», explicó. Esta camiseta obtuvo la aprobación de los oficiales, pero otras camisetas sí fueron rechazadas, indicó este soldado, quien dijo no recordar su contenido.

«Como francotirador te encuentras ante muchas situaciones extremas. De repente ves a un niño pequeño que coge un arma y tienes que decidir si disparar. Las camisetas son en broma, bordean la verdad y reflejan estas situaciones extremas», explicó.

Otra de las camisetas encargada por un militares de una unidad de francotiradores lleva el lema «Mejor usa Durex» junto a un dibujo de un bebé palestino muerto con su oso de peluche al lado y su madre llorando junto a él y otra muestra la supuesta evolución de un niño palestino que crece hasta combatirse en miliciano y una inscripción: «No importa cuándo comience, le pondremos fin».

En otras camisetas contienen referencias sexuales explícitas como la del batallón Lavi que muestra a una joven magullada junto a un soldado con el lema «¡Apuesto a que te han violado!», pero también hay referencias culturales y religiosas como un pueblo palestino con su mezquita destruida y la cara de un soldado israelí furioso: «Vinimos, vimos, destruimos», como en una de las camisetas de la brigada Lavi, que pasó tres años en Cisjordania.