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El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, afirmó ayer, tras reunirse con la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, que no reanudará las negociaciones con Israel hasta el cese de los asentamientos.

En unas declaraciones a los medios tras reunirse con Clinton, que llegó el viernes procedente de Pakistán, Abás afirmó que «no hay nada nuevo» en el proceso de paz con Israel. Reiteró que no hay posibilidades de que se reanuden las negociaciones sin el cese total de los asentamientos por parte de Israel, que consideró «ilegales e inaceptables».

Abbás se quejó de que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se niegue a congelar los asentamientos, con lo que es imposible «pasar a una nueva fase» en el diálogo. Recordó que este punto fue lo que acordó en su entrevista con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, e indicó que el proceso de paz debe basarse en las fronteras del año 1967.

Territorios ocupados
Esto significa «la retirada israelí de los territorios que ocupó ese año para poder establecer el Estado palestino sobre ese territorio». Abás añadió que en la reunión con la secretaria de Estado norteamericana también se trató la cuestión de Jerusalén, pero no se alcanzó «nada nuevo». La reanudación de las conversaciones de paz con los israelíes "para Abás" está condicionada a que el Gobierno hebreo vuelva a las bases, que son los asuntos del retorno de los refugiados, el agua, Jerusalén este y los asentamientos.

Sobre Jerusalén, la demolición de viviendas palestinas «es un asunto muy difícil y peligroso». «Nosotros estamos alertando del peligro para que el mundo árabe e islámico le dé a ese asunto un interés político y práctico y no sólo mediático», añadió. «Elevamos nuestra voz muy alto: Jerusalén está en peligro. Salvar Jerusalén es responsabilidad árabe, cristiana y del mundo entero», dijo, añadiendo que «la paz comienza en Jerusalén».

Abás concluyó explicando que un encuentro con Netanyahu es posible si acepta las reivindicaciones palestinas, pero que la entrevista con el primer ministro israelí no es un fin en sí mismo.