TW
0

Reino Unido, Alemania y Francia preparan una carta conjunta en la que reclaman que el presupuesto de la UE se mantenga congelado hasta 2020, en línea con las medidas de ajuste que están adoptando la mayoría de Estados miembros para hacer frente a la crisis económica. El acuerdo podría perjudicar a España, uno de los principales beneficiarios de los fondos comunitarios, y especialmente a Polonia y el resto de países del este.

«Queremos al menos una congelación en términos nominales del presupuesto para ese periodo», ha anunciado el primer ministro británico, David Cameron, promotor de la iniciativa, en rueda de prensa al término del Consejo Europeo. Ha admitido que «no será fácil» lograrlo, sino que la negociación será «larga y dura».

La carta se publicará este sábado y contará con la firma de otros líderes europeos, según Cameron, que no quiso precisar su número ni su identidad.

«En un momento en el que estamos aplicando recortes en nuestros propios países es inaceptable seguir gastando cada vez más y más en la UE», ha insistido el primer ministro británico.

Cameron ha calificado de «victoria del sentido común» el acuerdo para limitar el aumento del presupuesto de 2011 al 2,9%, en lugar del 6,18% que reclamaba la Eurocámara. Su objetivo para 2012 y 2013, últimos años del marco presupuestario actual, es «hacerlo incluso mejor». La congelación total se aplicaría en las próximas perspectivas financieras para el periodo 2014-2020.

Niegan el acuerdo

El primer ministro británico ha negado que haya alcanzado un acuerdo con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para mantener en el próximo marco presupuestario tanto los fondos para la política agrícola común (PAC), como quiere París, como el descuento del que se beneficia Londres en su contribución al presupuesto comunitario, el denominado 'cheque británico'.

«No hay acuerdos. Yo voy a defender muy enérgicamente el cheque británico porque somos grandes contribuyentes netos a la UE y el cheque está justificado. Y obviamente siempre hemos tenido una posición muy clara sobre la reforma de la PAC», ha dicho Cameron. Además, se ha mostrado convencido de que su posición sobre el presupuesto no dañará sus relaciones con Polonia y el resto de países del este.

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, ha confirmado que respalda la iniciativa de Cameron. «Alemania apoya y apoyará esta posición», ha afirmado. Y ha recordado que Berlín siempre ha defendido que el presupuesto de la UE no sobrepase el 1% del PIB comunitario.

«Francia no pide una reducción del presupuesto europeo, sino su estabilización. En un momento en el que todos los países miembros de la UE hacen esfuerzos extremadamente importantes para estabilizar, e incluso reducir, sus presupuestos, no es el momento de que el presupuesto europeo aumente más de lo conveniente. Es el objetivo de nuestro trabajo con nuestros amigos alemanes e ingleses», ha dicho el presidente francés.

«El presupuesto europeo, en nuestra opinión, no debería aumentar más rápido que la inflación», ha subrayado Sarkozy, que espera que a la carta promovida por Londres, París y Berlín se sume el mayor número posible de países.

En las conclusiones adoptadas por los líderes europeos no se menciona la congelación del presupuesto futuro de la UE. Se señala únicamente que los Veintisiete esperan «con interés» que la Comisión presente propuestas para un marco financiero plurianual y se invita a las instituciones a que colaboren para facilitar su oportuna adopción.

Durao Barroso le quita importancia

El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, ha eludido valorar la iniciativa británica aunque le ha restado importancia señalando que se trata del «mito del eterno retorno» cuando se debaten las cuentas de la UE. De hecho, los contribuyentes netos al presupuesto de la UE ya publicaron una carta antes de negociar el marco presupuestario para el periodo 2007-2013 en la que pedían limitarlo al 1% del PIB comunitario.

Durao Barroso ha defendido el papel del presupuesto de la UE como «parte de la respuesta» para corregir los problemas de competitividad en algunos Estados miembros. «A veces, diferentes grupos quieren posicionarse antes de empezar las negociaciones, pero al final lo importante es la propuesta de la Comisión», que «respetará el interés europeo», ha añadido.

Tampoco el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha querido valorar la iniciativa británica. «Si recibimos una carta, somos educados y la leeremos», ha ironizado.