Los rebeldes entran en la ciudad de Ajdabiya. | Reuters - GORAN TOMASEVIC

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Francia y Reino Unido, los dos países europeos que han asumido el liderazgo de las operaciones en Libia, van a proponer a la comunidad internacional una solución «política y diplomática» para complementar el esfuerzo militar y resolver el conflicto en el país norteafricano.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció ayer en Bruselas que los dos países trabajan en una «vía común» de cara a la cumbre que el próximo martes reunirá en Londres a los ministros de Exteriores de la coalición contra el régimen del dictador libio Muamar el Gadafi.

El objetivo de la propuesta franco-británica, según Sarkozy, será mostrar que «la solución no puede ser sólo militar, sino también política y diplomática», aunque no avanzó ninguna precisión al respecto.

Unidad aliada

El primer ministro británico, David Cameron, sin hacer referencia a esa iniciativa conjunta, subrayó que la reunión del martes debe «dar un mensaje de unidad contra Gadafi a nivel militar, político y diplomático».

Pese a esa nueva vía diplomática que pretenden abrir, Sarkozy y Cameron volvieron ayer a defender sus ataques contra objetivos de Gadafi, que han permitido evitar una «masacre» sobre la población civil, según dijo el presidente francés.

«Con la intervención damos más espacio a los libios a construir su futuro sin ser asesinados», indicó Cameron, quien rechazó que Gadafi se involucre en el devenir del país.

Los dos líderes coincidieron además al hacer un claro llamamiento a los leales al régimen para que lo abandonen y puedan integrarse en el diálogo político sobre el futuro de Libia, dando una idea de hacia dónde pueden dirigirse los esfuerzos diplomáticos.

«Si mañana el hijo de Gadafi anuncia que esto debe detenerse, se distancia, no hay razón para considerar que no sea un acto de buena voluntad», dijo Sarkozy, cuyo país ha sido el único de la Unión Europea que ha reconocido oficialmente como interlocutor al opositor Consejo Nacional de Transición (CNT).