El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, posa al lado de una copia a tamaño gigante del nuevo billete de cinco euros, en Fráncfort, Alemania hoy, jueves 10 de enero de 2013. El nuevo billete de 5 euros entrará en circulación en mayo y tiene tres marcas de seguridad nuevas. EFE/Boris Roessler | BORIS ROESSLER

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El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha mostrado su cara más optimista en el apenas algo más de un año que lleva al frente de la institución al constatar una significativa mejoría de la confianza de los mercados, al tiempo que las expectativas de inflación se mantienen «firmemente ancladas», lo que permite augurar una recuperación gradual de la eurozona a finales de este mismo año a medida que se produzca «un contagio positivo» a la economía real.

En este sentido, el banquero italiano aventuró en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, que mantuvo por unanimidad los tipos en el 0,75 %, que la tasa de inflación armonizada de la eurozona se situará este año por debajo del umbral del 2 %, en línea con el objetivo de estabilidad de precios que guía la política monetaria del BCE, subrayando que «las expectativas de precios se mantienen firmemente ancladas».

Aparte de estos progresos macroeconómicos, el presidente del BCE desgranó distintos avances hacia la «normalización» financiera, como el menor coste de los seguros de crédito (CDS), el alza generalizado en las Bolsas, la entrada de depósitos en los bancos de la eurozona y el descenso de la volatilidad, así como la reducción del balance del propio banco central.

Victoria

Sin embargo, el ‘Guardián del euro' ha advertido de que aún «es demasiado pronto para declarar victoria» ya que «todavía falta trabaja por hacer», por lo que aseguró que la institución no se plantea por el momento la retirada de ninguna de sus medidas de estímulo.

Draghi ha salido al paso de aquellas opiniones críticas con las medidas de consolidación fiscal exigidas a países como España o Italia al advertir de que los ajustes son «inevitables» y que «después de todos los sacrificios» asumidos «dar marcha atrás en la situación no sería correcto».