Avákov escribió en su página de Facebook que cerca de 20 «terroristas» (como Kiev denomina a los milicianos prorrusos) han sido «liquidados y cuatro apresados. La mayoría de los asaltantes dejaron abandonadas su armas y se escondieron en diferentes barrios de la ciudad».
Según la versión oficial, los combates estallaron cuando más de medio centenar de milicianos atacaron la sede la policía de Mariúpol, acción en la que también murió un efectivo de las fuerzas gubernamentales, que emplearon armamento pesado y blindados contra los insurgentes.
«Hubo un intento de tomar el edificio. Se produjo un tiroteo que desembocó en un enfrentamiento a gran escala coincidiendo con la llegada de los refuerzos del Servicio de Seguridad y la Guardia Nacional», agregó Avákov.
De acuerdo con la versión de los prorrusos, fueron las fuerzas gubernamentales las que tomaron por asalto la sede policial, donde se había atrincherado un grupo de agentes que se niega a acatar órdenes provenientes desde Kiev, y hubo ocho muertos.
Más de mil personas se dirigieron al edificio para impedir la detención de los policías insubordinados, pero las fuerzas leales a Kiev los recibieron con disparos de advertencia al aire, según la misma versión.
Otras fuentes mantuvieron que los atrincherados no eran policías, sino efectivos armados de la autoproclamada «república popular de Donetsk», que se propone celebrar el domingo un referéndum separatista.
Entre los heridos figura un reportero de la televisión rusa RT, quien recibió un disparo en el abdomen pese a ir protegido con un chaleco antibalas, según la directora del canal, Margarita Simonián.
El recrudecimiento de las acciones militares en el sureste del país coincidió con la celebración del Día de la Victoria sobre la Alemania nazi, que en la regiones rusohablantes de Ucrania tradicionalmente se festeja por todo lo alto.
La efeméride fue aprovechada por los dirigentes de la «república popular de Donetsk» para realizar una marcha y mitin multitudinarios, en una clara exhibición de fuerza en la capital de la región.
«¡Héroes, héroes!», con estas exclamaciones recibieron a un batallón de milicianos, perfectamente armados, los asistentes al mitin que se celebró al mediodía en la plaza Lenin de Donetsk.
Más tarde, unas 40.000 personas marcharon por las principales calles de la ciudad a los gritos de «¡Rusia, Rusia!», «¡República!» «¡Referéndum!» y «¡No olvidaremos Odessa!».
Esta última consigna aludía al casi medio centenar de personas, en su mayoría prorrusos, que murió recientemente en esa ciudad portuaria como consecuencia del incendio del edificio donde se habían refugiado.
El acto oficial de felicitación a los veteranos de guerra, celebrado a primera hora de la mañana junto al memorial de los caídos por la liberación de Donbass (cuenca hullera de Donetsk) estuvo a punto de verse empañado por la ejecución en la ceremonia del himno nacional de Ucrania.
Varios milicianos prorrusos comenzaron a insultar a los miembros de la banda militar, que se vio obligada a retirarse.
«Y la Policía, ¿para qué esta aquí?», decía un músico militar mientras reculaba protegiendo su instrumento.
Los insurgentes rechazaron la petición del presidente ruso, Vladímir Putin, de aplazar la consulta, que Kiev tacha de «estafa política» y «aventura» sin perspectivas de éxito.
Los prorrusos de Donetsk y Lugansk, dos regiones limítrofes con Rusia, se proponen preguntar a los ciudadanos si apoyan la independencia de sus territorios.
«Los resultados de diversas encuestas nos permiten esperar que la participación será del orden del 70 por ciento, una participación bastante alta», dijo hoy a Efe el jefe de la comisión electoral de de la «república popular de Donetsk», Román Laguin.
Agregó que más de 400 periodistas de diversos países se han acreditado para cubrir el referéndum.
«El interés es enorme y eso nos alegra. Hay más interés que para la Eurocopa», bromeó Laguin, en alusión a que Donetsk fue en 2012 una de las sedes de la máxima competición continental de fútbol.
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Sempre són inquietants les xifres només de morts, sense ferits.