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El primer ministro británico, David Cameron, aseguró hoy en Kabul al nuevo presidente afgano, Ashraf Gani, que la comunidad internacional no abandonará Afganistán hasta que el país sea estable y fuerte.

«Todos compartimos un objetivo común, que es un Afganistán más seguro, estable y prospero», aseguró Cameron en una rueda de prensa conjunta con Gani, que fue emitida en directo por la televisión local Tolo.

Reino Unido es un «socio fuerte y buen amigo» de Afganistán, remarcó el primer ministro británico.

Cameron llegó esta mañana a la capital afgana en un viaje sorpresa y se ha convertido en el primer líder internacional en mantener un encuentro con Gani, quien tomó posesión de su cargo el pasado lunes.

«El pueblo de Afganistán se merece un gobierno efectivo y legítimo que construya un futuro mejor para ellos y sus familias», dijo Cameron.

Por su parte, Gani afirmó que lo más importante para su país es la estabilidad y la seguridad.

«Hay soluciones para traer la paz y la estabilidad en Afganistán», indicó el nuevo mandatario afgano, quien trabajó en el Banco Mundial como experto en países en desarrollo.

Gani llegó al poder tras unas controvertidas elecciones, entre acusaciones de fraude por parte de su rival, Abdulá Abdulá.

Tras la intervención de Estados Unidos, ambos candidatos acordaron una auditoría de los votos y la creación de un Gobierno de unidad nacional.

Así, Abdulá ocupa el cargo de jefe ejecutivo del Gobierno por debajo de la autoridad de Gani, ganador de los comicios.

Afganistán firmó el martes dos acuerdos con Estados Unidos y la OTAN, que permiten la presencia de 9.800 soldados estadounidenses y unos 2.000 de otros países occidentales en suelo afgano tras la retirada de la Alianza Atlántica a finales de 2014.

Reino Unido cuenta con 3.900 soldados en la provincia meridional de Helmand, una de las regiones con mayor presencia talibán, que se retirarán antes de que acabe 2014 después de 13 años en el país asiático.

Una participación británica en el conflicto afgano ha causado la muerte de 453 de sus soldados, de acuerdo con el portal independiente icasualties.org.

Afganistán atraviesa una de sus etapas más sangrientas después de que el año pasado las fuerzas locales se hicieran responsables de la seguridad tras la retirada paulatina de la ISAF, que culminará definitivamente a finales de 2014.

Desde la toma de posesión del nuevo presidente afgano los talibanes han cometido tres atentados suicidas en Kabul, que han costado la vida a 10 personas, la mayoría militares