Siete españoles contratados por una empresa granadina para trabajar en un proyecto internacional de extracción de manganeso permanecen atrapados en Tambao, al Norte de Burkina Faso, refugiados en la mina a la espera de un plan de evacuación que ayer se frustró por los actos convulsos del país.
El anuncio de la dimisión del presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, tras el cual el teniente coronel Issaac Zida ha asumido el poder, no ha disipado los disturbios y enfrentamientos en el país africano.
En ese ambiente de enfrentamientos, siete españoles permanecen atrapados en una mina ubicada al norte del país, a la que se trasladaron para trabajar como ingenieros y operarios en un proyecto internacional para la extracción de manganeso, según han informado a Efe fuentes de la empresa granadina.
Los siete españoles -seis granadinos y un gallego- se mantienen refugiados en el campamento de la mina de Tambao, ubicada a pocos kilómetros de la frontera con Malí y a unos veinte de Níger, sin que puedan abandonar el país.
Los trabajadores llegaron a Burkina Faso de la mano de la empresa Parquigran, con sede central en Santa Fe (Granada), firma que trata de evacuarlos del país y que se está encargando para ello de las negociaciones necesarias con el Ministerio de Asuntos Exteriores y las embajadas y consulados cercanos.
Uno de los responsables de la empresa, Raúl Romero, ha detallado a Efe que los españoles, que comparten refugio con otros siete trabajadores de Francia, Inglaterra y Australia, han pasado la noche encerrados en la mina y custodiados por quince personas de la seguridad privada contratada previamente, que carecen de armas para abortar un posible ataque, pero desarrollan tareas de vigilancia.
La mina, a 400 kilómetros y ocho horas de trayecto de la capital de Burkina Faso, se encuentra en una zona conflictiva con fuerte presencia de talibanes, a los que se suman tuaregs que consideraron un ataque la explotación del yacimiento minero.
«Los compañeros nos contaron que ayer vieron un camión cargado de personas que intentaba huir de la zona a los que ametrallaron, en un suceso que se saldó con diecisiete muertos», ha detallado Romero.
Aunque la empresa ha tratado de evacuar a los trabajadores por aire, ninguna compañía privada quiere volar a una zona en conflicto y el intento de ayer para repatriar a los españoles no fructificó.
Tras una petición de ayuda al Ministerio de Asuntos Exteriores, el Gobierno ha remitido a la empresa a la embajada española en Abiyán, ubicada a 2.000 kilómetros de Tambao y sin recursos técnicos para evacuar a los afectados.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores han señalado a Efe que los trabajadores están en contacto con las embajadas de Niamey y Abiyán, y éstas a su vez muy pendientes de la situación en Burkina Faso y de los residentes que se encuentran allí, vigilando los acontecimientos.
La Unidad de Emergencia Consular ha contestado a la empresa, en un correo al que ha tenido acceso Efe, en el que «acusa recibo de su información y la traslada a la Embajada de España en Abiyán».
«Existe un alto riesgo de que tomen el campamento, es un infierno. Se trata de gente que se ha ido a buscarse la vida porque tenían aquí situaciones desesperadas y allí un trabajo y parece que si les pegan diez tiros, que se los peguen», ha lamentado Romero, que esta mañana ha hablado con los refugiados de la mina, que han pasado la noche «atrincherados, con miedo y sin dormir».
Romero ha halagado la disposición y el trabajo del cónsul de Abiyán y de los responsables en Malí y Níger, que han ofrecido un salvoconducto a los trabajadores para salir si logran llegar a su frontera, y apunta una posible actuación militar desde una base francesa ubicada en Gao, a media hora de vuelo, sin que se haya avanzado la posibilidad de acometerla o cuándo.
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