El primer ministro francés, Manuel Valls. | LOIC VENANCE / POOL - EFE - EPA/

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El primer ministro francés, Manuel Valls, anunció este jueves que pagará de su bolsillo el viaje en avión oficial de sus hijos el pasado sábado para ver la final de la Liga de Campeones que ganó el Barça, al tiempo que reiteró la pertinencia de ese desplazamiento para él por su cargo en el Gobierno.

Valls, en reacción a la polémica que había generado ese viaje a Berlín con un Falcon oficial para ver al Barcelona -del que es bien conocido que es un gran aficionado-, hizo una breve declaración ante los medios de comunicación durante una visita a la isla de La Reunión, en la que reconoció que se equivocó, a la vista de las reacciones.

«No lo volvería a hacer. Y para despejar cualquier duda, he decidido asumir el costo para mis dos hijos, es decir 2.500 euros», indicó.

Según diversos cálculos publicados en la prensa estos últimos días, la factura del vuelo Poitiers-Berlín y luego la vuelta desde la capital alemana a Francia, con la tripulación, un médico, los miembros de la seguridad y los consejeros de Valls, además de sus dos hijos, costó entre 12.000 y 20.000 euros.

El primer ministro socialista insistió en que se trató de un «desplazamiento oficial» y por eso recurrió a «los medios puestos normalmente a disposición del primer ministro».

Pero también que es «sensible a la reacción de los franceses» y que tiene que «encarnar un comportamiento perfectamente riguroso».

La declaración de enmienda llegó horas después de que se hiciera pública una encuesta según la cual a un 77 % de los franceses les chocaba el uso que hizo Valls de un avión oficial para ir a la final de la Liga de Campeones en la que no jugaba ningún equipo francés.

El presidente de la UEFA, el francés Michel Platini, le había tendido ayer un capote al primer ministro, al señalar que hace unos meses le había dicho que si el Barcelona llegaba a la final lo invitaría, y que antes del encuentro se reunieron para hablar de la Eurocopa que organiza Francia el año próximo y de la situación tras la crisis por la dimisión del presidente de la FIFA, Joseph Blatter.