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Bélgica ha acusado este lunes por terrorismo a dos de los siete detenidos tras los atentados de París y sigue la búsqueda de Salah Abdeslam, sobre quien pesa un orden de arresto internacional por su supuesta implicación en los ataques en la capital francesa.

Los otros cinco detenidos han sido puestos en libertad, entre ellos Mohamed Abdeslam, hermano de Salah Abdeslam.

La Policía federal de Bélgica realizó este lunes una nueva operación en el distrito bruselense de Molenbeek dirigida a localizar a Abdeslam, pero finalmente la acción concluyó sin que se produjera ninguna detención judicial, informó la Fiscalía federal del país.

Los equipos especiales de la Policía acordonaron durante varias horas una calle de Molenbeek y registraron una vivienda, tras lo que dieron por concluida la operación.

Una persona subió a uno de los coches de policía, según mostraron las imágenes en directo de varios medios de comunicación belgas, pero por el momento se desconoce la identidad del individuo.

Poco después la Policía federal pidió a través de la red social Twitter que no se difundan en directo las imágenes de la intervención de Molenbeek «por la seguridad de todos».

Varias informaciones apuntaron en un primer momento a que se había detenido a Salah Abdeslam, pero la Fiscalía federal desmintió esta información.

Salah Abdeslam alquiló el Volkswagen Polo con el que los asaltantes de la sala de conciertos Bataclan llegaron hasta allí para cometer la masacre en la que murieron 89 personas.

Un tercer hermano de Abdeslam, Ibrahim, murió en París al detonar un cinturón de explosivos en los ataques.

Según los detalles que se van conociendo de estos tres hermanos, Salah trabajaba para la Sociedad de Transportes Intercomunales de Bruselas (STIB), mientras que Mohamed lo hacía para los servicios de Extranjería del Ayuntamiento de Molenbeek.

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Los hermanos eran además dueños del bar «Les Beguines», en este mismo distrito, que había sido cerrado el pasado 4 de noviembre por tráfico de estupefacientes.

El diario «La Dernière Heure» ha publicado este lunes el testimonio de un amigo de Salah Abdeslam, que asegura que si Salah es capaz de cometer los atentados, «todos mis colegas son capaces».

La Policía busca a Salah Abdeslam, nacido en Bruselas, desde el pasado sábado por la mañana, horas después de la cadena de atentados.

Abdeslam fue sometido a un control por gendarmes franceses junto a la frontera belga en otro coche en el que viajaba con dos individuos.

Los agentes, tras verificar las identidades de todos, los dejaron marchar.

Uno de los ocupantes del coche estaba fichado en Bélgica y cuando se supo que Salah Abdeslam había alquilado el vehículo, la Policía belga puso en marcha una operación en Molenbeek y practicó varias detenciones, en particular, la de su hermano, Mohamed, que este lunes quedó en libertad.

Al no poder localizar a Salah Abdeslam, la Fiscalía belga emitió este domingo una orden de detención internacional.

El presidente de Francia, François Hollande, señaló este lunes que los atentados del pasado viernes fueron «planificados en Siria, organizados en Bélgica y perpetrados en nuestros suelo, con complicidades en Francia».

Además de la operación policial de hoy en Molenbeek, Bruselas vivió varias horas de tensión por una alerta de bomba en el barrio de las instituciones europeas, que finalmente resultó ser falsa.

Los equipos especiales de detonación de explosivos se desplazaron hasta una de las calles próximas a varios edificios de la Comisión Europea (CE) y realizaron detonaciones en un vehículo con matrícula francesa y una maleta en su interior.

Los agentes abrieron el coche y retiraron los documentos que se encontraban en su interior y la maleta, tras lo cual se confirmó que se trataba de una falsa alarma.