El director asistente del FBI en Los Ángeles, David Bowdich, informó este viernes que el tiroteo de San Bernardino (California), que dejó 14 muertos este miércoles, se investiga como «un acto de terrorismo».
«Estamos investigando estos horribles sucesos como un acto de terrorismo. Seguiremos el curso de la investigación para asegurarnos de que recogemos todas las pistas», afirmó Bowdich en una conferencia de prensa en San Bernardino.
Los objetos recuperados hasta ahora, según explicó, muestran «una planificación extensa» por parte de los sospechosos del ataque, que también causó 21 heridos.
Las autoridades explicaron que Syed Farook y su esposa, Tashfeen Malik, disponían de más de 1.600 balas consigo durante su enfrentamiento con la Policía y guardaban otras 4.500 en su casa, 2.500 para rifles de asalto y 2.000 para pistolas.
«Es posible que planearan un segundo ataque por la cantidad de armas y munición descubiertas», indicó Bowdich.
Sin embargo, el director del FBI, James Comey, aseguró que «no hay indicaciones» que demuestren que los presuntos autores del tiroteo pertenecieran a una célula terrorista más amplia.
Comey reconoció sin embargo que hay indicios de que ambos estaban en un proceso de «radicalización» y que sus actos podrían haber sido inspirados por grupos terroristas extranjeros.
Durante su comparecencia, Bowdich comentó que la pareja destruyó sus teléfonos móviles y pretendían hacer lo propio con sus huellas digitales, pero han sido recuperadas por las autoridades y se espera que ese descubrimiento les lleve a descifrar «sus motivaciones».
Preguntado acerca del hecho de que los dos individuos no se encontraran «bajo el radar» de las autoridades, admitió que es una situación «preocupante».
«Lógicamente, a todos nos hubiera encantado impedir esto. La escena del crimen es dantesca. Horrible. Claro que nos preocupa, pero nada de lo que hemos hallado hasta ahora nos hace pensar que podríamos haberlo sabido», valoró.
Asimismo, el responsable del Buró Federal de Investigaciones en Los Ángeles explicó que se han encontrado conexiones «telefónicas» entre los sospechosos y «otros sujetos» dentro de Estados Unidos que están siendo investigados.
«Hay una persona, y la tenemos localizada, que compró dos de esas armas», indicó Bowdich, al precisar que ese individuo no ha sido arrestado.
Acerca de la información publicada hoy sobre el posible vínculo entre Malik y el grupo yihadista Estado Islámico (EI), Bowdich declaró que el FBI «está al corriente» e «investigando» ese extremo, aunque sin llegar a confirmarlo.
Esa información se refería a que Malik había prometido lealtad al líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi, en un mensaje en Facebook realizado bajo un perfil falso, según fuentes cercanas a la investigación citadas hoy por varios medios estadounidenses.
Por su parte, la cadena NBC, que menciona como fuente a un funcionario familiarizado con los detalles de la investigación, aseguró que ese mensaje fue publicado «justo antes del ataque», perpetrado en el Inland Regional Center, un centro de ayuda a discapacitados.
Mientras, el diario The New York Times, que también cita a funcionarios de la investigación, afirmó que en este momento la hipótesis que predomina es la de que Malik y su esposo, Syed Farook, se radicalizaron y se inspiraron en el EI, sin recibir órdenes directas de los yihadistas para cometer la masacre.
Comey confirmó que en los días previos al tiroteo, el matrimonio tomó medidas para borrar información de algunos de sus dispositivos electrónicos, lo que indica que el tiroteo fue premeditado y planeado con antelación, dijo.
Los investigadores hallaron bombas caseras y armamento en la vivienda de los sospechosos, que en la mañana del tiroteo dejaron a su hija de seis meses con su abuela, argumentando que tenían una cita médica.
Farook, de 28 años y nacionalidad estadounidense, era musulmán y llevaba dos años casado con Malik, de 27 y nacida de Pakistán.
Bowdich también se refirió a la situación vivida esta mañana en el hogar de los sospechosos en Redlands (California), adonde tuvieron acceso los medios de comunicación tras el visto bueno del propietario, y explicó que la investigación desarrollada en la vivienda por parte de las autoridades ya había concluido.
El funcionario del FBI finalizó su intervención pidiendo calma a la población y recordó que no se tiene conocimiento de más amenazas en el país.
«No permitan que esto cause una histeria general. No estamos en esa situación», apuntó Bowdich.
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