La revelación la hizo una amiga de Hasna Ait Boulahcen, prima del terrorista, a quien este acudió para esconderse tras los atentados y para que le ayudara a preparar un nuevo ataque en el complejo financiero de La Defense, a las afueras de la capital.
Abaaoud tenía previsto cometer esa acción seis días después de los atentados que costaron la vida a 130 personas en París y en Saint Denis.
Pero la víspera, gracias a las informaciones que proporcionó a la policía esta testigo, fue localizado el terrorista, que pereció un día antes junto a otro cómplice y a la propia Boulahcen en un asalto en un apartamento de Saint Denis, según «RMC».
Inocentes
La testigo aseguró a la emisora, que difundió su testimonio bajo una identidad oculta y con una voz modificada por motivos de seguridad, que estaba con Boulahcen cuando esta recibió una llamada procedente de Bélgica.
Su primo Abaaoud le pedía que fuera a buscarle a un apartamento de Aubervilliers, a las afueras de París.
Las dos amigas acudieron a la cita y la testigo aseguró que el terrorista, que se mostró sonriente y aparentemente sereno, confesó haber participado en los ataques a diversas terrazas del centro de París en la noche del 13 de noviembre del pasado año.
Cuando la testigo le acusó de haber matado a inocentes, Abaaoud replicó: «No son inocentes, hay que ver lo que pasa en nuestro país, en Siria».
«Estaba orgulloso de si mismo, contaba las cosas como quien había ido de compras y había encontrado un detergente en oferta. Estaba contento», narra la testigo.
Abaaoud también reveló a la testigo algunos de los detalles de su entrada en Europa procedente de Siria, aseguró que lo hicieron «sin documentos oficiales» y que había unas 90 personas de diferentes nacionalidades -sirios, iraquíes, franceses, alemanes, ingleses- que estaban «repartidos» por toda la región de París.
El cerebro de los atentados también dijo que en los ataques del 13 de noviembre se habían producido algunos «errores» y que iba a resolverlos.
Le pidió a su prima que le encontrara un escondite, dos pares de zapatos y dos trajes, elementos con los que pretendía pasar desapercibido en el distrito financiero de La Defense.
El terrorista aseguró que iban a atentar contra un centro comercial, una comisaría y una guardería, según el testimonio de la mujer.
Boulahcen los albergó en el apartamento de Saint Denis donde fallecieron, mientras que la testigo trataba de convencer a su amiga de no colaborar con el terrorista.
Pero ante su perseverancia, la testigo llamó al teléfono facilitado por la policía tras los atentados de París, lo que, según «RMC» permitió a los investigadores dar con el paradero de Abaaoud.
Obligada a cambiar de domicilio y de identidad por motivos de seguridad, la testigo asegura sentirse abandonada por el Estado y señala que tiene problemas para rehacer su nueva vida.
«Ahora vivo mal, de forma muy precaria, pero sinceramente lo prefiero antes de vivir con la muerte de personas inocentes en mi conciencia», asegura.
3 comentarios
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El cerebro de los atentado... ¿qué cerebro?
Salva la vida de tanta gente, deberís vivir mejor que antes. Pobre mujer, se le van a quitar las ganas de ayudar a la poblacion
Los franceses, belgas y holandeses son incapaces de detenerlos, pero para expulsar a españoles sí que tienen tiempo, sobre todo los belgas.