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La huelga convocada este jueves por una parte importante de los sindicatos y de las asociaciones de estudiantes contra la reforma laboral del Gobierno socialista francés causaba perturbaciones en el transporte público, con supresiones de vuelos o trenes, en espera de ver la magnitud de las manifestaciones.

Las compañías que operan en el aeropuerto de París-Orly han tenido que cancelar un 20 % de sus vuelos allí y un tercio en el de Marsella.

La Dirección General de la Aviación Civil (DGAC), que había avanzado a las aerolíneas la reducción de sus programas del día a la vista de la huelga de controladores, no esperaba anulaciones en otros aeropuertos, pero sí numerosos retrasos, así como posibles implicaciones para los aviones que sobrevuelan el espacio aéreo francés.

En los ferrocarriles, la compañía SNCF había prevenido de que la huelga iba a afectar en particular a los cercanías de París (sólo deben circular entre un tercio y la mitad de los habituales, según las líneas) y los trenes regionales (se mantienen la mitad de los habituales).

En las líneas de largo recorrido, la normalidad era la regla en los trenes internacionales, pero no así en los trenes de alta velocidad (TGV), con supresiones en algunas líneas, sobre todo en los ejes con el Atlántico y con el Sureste (una cuarta parte) y en el eje con el Norte (la mitad).

En la capital francesa, se habían reducido las frecuencias del metro en un 25 %, pero se esperaba que tranvías y autobuses funcionaran normalmente.

Las perturbaciones en el transporte provocaban a las 8.30 horas (6.30 GMT) retenciones acumuladas de 430 kilómetros en las carreteras y autopistas de acceso a París, frente a los alrededor de 250 kilómetros habituales a esa hora.

El paro acarreaba también el cierre preventivo de liceos y la ausencia de prensa en los quioscos, así como alteraciones en numerosos servicios públicos. En el sector privado, como ocurre en estos casos, el seguimiento se auguraba muy limitado.

Las organizaciones convocantes de la huelga han organizado más de 200 manifestaciones por todo el país. En París la principal comienza a las 13.30 horas (11.30 GMT).

Modificación

La ministra de Trabajo, Myriam El Khomri, que da nombre a la ley de reforma laboral que ha suscitado la protesta, señaló que está dispuesta a modificar una parte de la redacción durante el debate parlamentario para dar un tratamiento diferenciado para las pequeñas y medianas empresas.

Sin entrar en detalle, El Khomri señaló en una entrevista radio-televisada por «RMC» y «BFM TV» que los motivos que pueden justificar un despido económico -uno de los aspectos más criticados de su proyecto de ley- podrían ser diferentes según el tamaño de las empresas.

En cualquier caso, defendió la precisión de esos motivos para justificar despidos económicos -actualmente en el articulado que se lleva al Parlamento, se contemplan cuatro trimestres consecutivos de caída de ingresos- porque a su juicio eso clarifica la situación para los empresarios y levanta obstáculos para que pueda haber contratos indefinidos.

«Queremos favorecer los contratos indefinidos» cuando ahora «somos el segundo país de la UE que más recurre a los contratos temporales», argumentó.