Fatima, de 8 meses de edad, es atendida en el centro de atención de UNICEF en el campo de desplazados internos de Dolori. Fatima sufría desnutrición aguda, pero desde hace cinco semanas ha ganado peso tras recibir el tratamiento terapéuitico que necesitaba. | Unicef

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Unos 250.000 sufren desnutrición aguda en el estado de Borno, en el noreste de Nigeria, de los cuales uno de cada cinco está en riesgo mortal, por la crisis humanitaria causada por la violencia de Boko Haram, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

A su llegada a Borno, como parte de la respuesta humanitaria a la crisis alimentaria, UNICEF ha encontrado 244.000 niños con desnutrición aguda grave, incluidos 49.000 que «podrían morir si no reciben tratamiento».

«134 niños morirán de media diariamente por causas relacionadas con la desnutrición aguda si la respuesta no aumenta rápidamente», ha alertado Manuel Fontaine, director de UNICEF para Africa Occidental y Central, a su regreso de Borno.

Pero la situación de los niños no es lo único preocupante. Fontaine «ha sido testigo de ciudades destruidas que alojan personas desplazadas, familias con acceso limitado a condiciones adecuadas de higiene, agua o alimentos», además de «miles de niños en desesperada necesidad de ayuda».

«Hay dos millones de personas a las que seguimos sin poder llegar en el estado de Borno, lo que quiere decir que la verdadera dimensión de esta crisis todavía no se ha revelado al mundo», ha advertido el representante regional de UNICEF.

Fontaine ha explicado que si bien, «hay organizaciones sobre el terreno haciendo un trabajo fantástico, ninguna está siendo capaz de trabajar en la escala y calidad que se necesita». «Debemos intensificar nuestros esfuerzos», ha sostenido.

Para ello, ha urgido «a todos los aliados y donantes a dar un paso al frente para evitar que muera un solo niño más». «Nadie puede hacer frente a una crisis así en solitario», ha subrayado la organización internacional.

A principio de año, UNICEF hizo un llamamiento de 55,5 millones de dólares para responder a la crisis humanitaria en el noreste de Nigeria, pero sólo ha recibido 23 millones, el 41 por ciento. «Teniendo en cuenta que llega a cada vez más áreas con enormes necesidades humanitarias, se espera que el llamamiento aumente significativamente», ha avanzado.