Miles de evacuados en Houston como consecuencia de Harvey. | Reuters

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Los hospitales del área de la localidad estadounidense de Houston, una de las zonas más afectadas por el huracán 'Harvey', se están preparando para un significativo aumento del número de pacientes ahora que la intensidad de la tormenta ha disminuido.

Houston es la cuarta ciudad más importante del país y el 30 por ciento de su superficie sigue anegada por las aguas y el desbordamiento de alcantarillas, la filtración de plantas químicas y los desechos tóxicos, lo que supone un gran peligro para la salud pública.

Los funcionarios de Houston tienen que lidiar ahora con los riesgos ambientales y de salud que se esconden en los miles de litros de agua que ha dejado el huracán 'Harvey' mezclados con escombros y productos químicos peligrosos como plomo y arsénico.

De hecho, el portavoz del Departamento de Salud de Houston, Porfirio Villarreal, ha dicho en declaraciones recogidas por el diario 'The New York Times' que «no hay necesidad de probarlo» y que hay millones de contaminantes en las aguas. En este sentido, ha indicado que los responsables sanitarios «están alertando a la población a permanecer fuera del agua, siempre que puedan».

Tras una semana desde que 'Harvey' llegara a Texas, 32.000 personas están en refugios, más de 100.000 viviendas se han visto afectadas y 311.000 personas ya han solicitado ayudas económicas al Gobierno que ha destinado inicialmente 84.000 millones del dólares del Fondo de Emergencia del Congreso, según anunciaba el vicepresidente Mike Pence en su visita a la zona afectada.

Sin embargo, y aunque los daños y las cifras son muy elevados y 'Harvey' amenaza con convertirse en uno de los desastres naturales más destacados en la historia del país, pueden aumentar en las próximas jornadas.

Dos presas siguen vertiendo agua sobre una ciudad ya inundada desde hace días y las autoridades temen que se incremente la cifra de muertos --47 reconocidos oficialmente el viernes-- a medida que se retiren las aguas. Preocupa especialmente la emisión de gases tóxicos después de las dos explosiones registradas en una planta petroquímica y de que dos embalses estén desbordados.

Como medida de precaución, y ante el previsible aumento de pacientes y de damnificados por el huracán, más de una decena de administradores hospitalarios se han reunido el jueves para debatir cómo coordinar la atención médica y suplir la disminución del personal disponible en la ciudad ahora que las carreteras son más transitables.

«Ahora que la gente puede desplazarse un poco más y salir de sus viviendas se dirigirán a los hospitales para recibir la atención médica que no han podido obtener durante los últimos días debido la tormenta», ha indicado Gay Nord, presidente del St. Luke's Medical Center.

La mayoría de las instalaciones médicas han estado operativas durante la última semana, pero varios hospitales han tenido que cerrar algunas de sus áreas debido a las inundaciones.

Asimismo, los hospitales tienen que lidiar con las dificultades a las que se enfrentan miles de trabajadores que no pueden acceder a los centros médicos debido a las inundaciones causadas por las fuertes lluvias.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que donará un millón de dólares (cerca de 841.000 euros) de su fortuna para apoyar los esfuerzos de recuperación en los estados de Texas y Luisiana tras el paso de 'Harvey'.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos ha indicado que en su avance sobre Mississippi, 'Harvey' podría descargar de diez a veinte centímetros de precipitaciones.

El alcalde de la Houston, Sylvester Turner, ha declarado a última hora del jueves que la situación «esta en un punto de inflexión», según ha informado la cadena de televisión estadounidense CNN.Así, ha indicado que entre los signos de recuperación figuran que hay menos personas en los refugios, que más líneas de autobús han sido reabiertas y que el canal de navegación ha abierto, si bien de forma limitada.

En Port Arthur, una ciudad con 55.000 habitantes localizada a 160 kilómetros del este de Houston, han caído alrededor de 30 pulgadas (75 centímetros) de lluvia, según el Servicio Nacional de Meteorología.

Continúa la alerta

Las autoridades han instado a cerca de 779.000 texanos a abandonar sus viviendas para evitar quedarse atrapados ante las crecientes inundaciones porque aunque ha dejado de llover, hay ríos y presas desbordados. Asimismo, otros 980.000 han abandonado voluntariamente sus casas.

La localidad de Beaumont, que se encuentra a unos 130 kilómetros de Houston, carece de suministros hídricos. En el condado de Orange, las fuerzas de seguridad han tenido que evacuar a 190 pacientes de un hospital debido al alto nivel del agua.

El Cuerpo de Bomberos, que continúa realizando labores de rescate en Houston, estima que en el condado de Harris, el más afectado por las fuertes lluvias, el agua alcanza los 45 centímetros de altura.La compañía Carnival ha anunciado que los tres cruceros atracados en Nueva Orleans llegarán a su destino, el puerto de Galveston, a lo largo del viernes y sábado. La empresa se vio obligada a modificar el itinerario de tres de sus cruceros, que permanecieron en el puerto de la ciudad del próximo estado de Luisiana a consecuencia del cierre por razones de seguridad del que era su destino, el puerto de Houston.

La naviera atracó así los tres cruceros afectados en el puerto de Nueva Orleans y ofreció a sus 11.954 pasajeros la opción de regresar de ahí a sus hogares, para lo que contrató servicios de autobús, o bien permanecer en los navíos hasta que la situación en Galveston volviera a la normalidad.