El Tribunal Supremo de Japón confirmó la absolución de Naoko Kikuchi, exmiembro de la secta Verdad Suprema que atentó con gas sarín en el metro de Tokio en 1995, por su papel en un caso relacionado con el ataque.
Kikuchi, de 46 años, es la segunda persona en ser completamente absuelta entre los acusados en una serie de casos relacionado con el culto pseudorreligioso Verdad Suprema (Aum Shinrikyo), responsable del ataque que dejó 13 muertos y más de 5.500 intoxicados.
La absolución de la mujer, que será efectiva mañana si la fiscalía no objeta, deja abierto únicamente el proceso de apelación de la cadena perpetua de Katsuya Takahashi, de 59 años, condenado por asesinato por el atentado mortal.
Tras 17 años a la fuga, Kikuchi fue arrestada en 2012 y acusada de colaborar en el atentado y en el envío de un paquete explosivo al edificio del Gobierno Metropolitano de Tokio dos meses después.
La explosión hirió gravemente a un empleado y buscaba interrumpir una investigación policial sobre el culto y evitar el arresto de su fundador, Shoko Asahara, condenado a pena de muerte por el atentado.
Kikuchi, quien admitió su participación en la fabricación del gas sarín lanzado en el atentado, siempre se declaró inocente de los cargos alegando que desconocía cuál iba a ser su uso.
La mujer fue sentenciada a cinco años de prisión por intento de asesinato en relación al caso del paquete bomba, pero en 2015 el Tribunal Superior de Tokio anuló la sentencia argumentando que no se podía confiar en el testimonio de otros miembros de la secta.
El Tribunal Supremo japonés falló en favor de la absolución diciendo que la sentencia de culpabilidad se basó en un error, según el fallo recogido por la agencia Kyodo.
El atentado con gas sarín ejecutado en el metro de Tokio el 20 de marzo de 1995 es el ataque terrorista más mortífero ocurrido en Japón.
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