Miembros de la Policía Nacional de Filipinas (PNP), parte de los Operativos de Escena del Crimen (SOCO), llevan a cabo una investigación sobre un cadáver al lado de un vehículo acribillado. | Efe

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La Policía filipina mató a dos personas e hirió a otras dos al confundir el vehículo en el que transportaban al hospital a la víctima de un ataque con el de sus asaltantes, en un caso que ha generado un gran revuelo en el país.

El incidente ocurrió la noche del jueves, cuando los agentes dispararon decenas de balas de forma indiscriminada contra una furgoneta blanca en una calle del municipio de Mandaluyong (noreste de Manila), según muestran las imágenes divulgadas hoy por la cadena local GMA.

La Policía abrió fuego al creer que se trataba del vehículo en el que huían los asaltantes que habían herido de bala a una mujer, según explicó esta madrugada en declaraciones ante las cámaras el superintendente Moises Villaceran, jefe de la Policía de Mandaluyong.

Sin embargo, los ocupantes de la furgoneta blanca no eran los asaltantes de la mujer, llamada Jonalyn Ambaon, sino particulares que estaban llevando a la víctima al hospital para tratar de salvar su vida.

Los disparos acabaron con la vida de la propia Ambaon, que falleció al instante, y otro hombre que estaba en el vehículo, que murió en el hospital, mientras otros dos ocupantes resultaron heridos, uno de ellos de extrema gravedad.

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Villaceran indicó que fue uno de los guardas del barangay (barrio) quien dio información incorrecta a los policías al asegurarles que los asaltantes de la mujer estaban dándose a la fuga en la furgoneta blanca.

Las autoridades han abierto una investigación para aclarar los hechos y los agentes implicados han sido detenidos y se hallan bajo custodia.

El suceso ha despertado un fuerte revuelo en los medios y redes sociales de Filipinas, donde se ha criticado una vez más la facilidad con la que los agentes policiales del país aprietan el gatillo.

Esto último ha sido un asunto especialmente polémico desde la llegada al poder en junio del año pasado del presidente Rodrigo Duterte, que en varias ocasiones ha instado a la Policía a disparar a matar sin miramientos a delincuentes y traficantes de droga