Una crema que llevaba una familia francesa en su equipaje provocó este martes el caos en el aeropuerto de Fráncfort, parte de cuya terminal A fue evacuada de forma preventiva durante dos horas, lo que afectó a 13.000 pasajeros y 60 vuelos.
La policía alemana decidió interrumpir el embarque de pasajeros a las 11.30 horas tras un fallo de una ayudante de seguridad de vuelos que no solicitó una nueva revisión de la crema después de que esta provocara la alarma de explosivo y los cuatro componentes de la familia pasaron a la zona de embarque, según explicó un portavoz.
Al darse cuenta del error, la policía tomó la decisión de evacuar parte de la Terminal 1 del aeropuerto, retener a los cuatro miembros de la familia –padre, madre y dos hijos– e interrogarles. Esta decisión provocó retrasos y cancelaciones. Hasta poco antes de las cinco de la tarde no volvió la normalidad al aeropuerto alemán.
El aeropuerto alemán pidió a los pasajeros que iban a volar este martes que comprobaran en las páginas web de las compañías aéreas si su vuelo iba a salir y calcularan suficiente tiempo. La seguridad de vuelo es en Alemania una competencia del Ministerio del Interior, y en el aeropuerto de Fráncfort es la policía la que asume la responsabilidad y la que da las órdenes sobre los procedimientos de control y actuación.
A finales de julio se produjeron 200 cancelaciones y 60 retrasos en el aeropuerto de Múnich porque una mujer llegó a la zona de seguridad sin haber pasado antes el control.
3 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
@Uno de aquí: Estamos así por la paranoia demencial debida a la mala gestión del transporte aéreo y a la avaricia de los duty free, que te obligan a no poder pasar ni con agua un control, solo para que te dejes el dinero en los comercios del aeropuerto. No te confundas, esto no tiene nada que ver con la seguridad, eso es lo que nos han vendido, y lo único que tenemos es esperas y colas interminables y episodios absurdos como el de Frankfurt.
Estamos así gracias a las políticas de inmigración y de su mala gestión. Parece haber mucho poder manejando la cuestión islàmica en Europa y nos la estàn metiendo doblada. Una cultura antioccidente que nos està invadiendo y nosotros lejos de poner a salvo nuestros intereses, nuestras familuas y nuestro costoso estado de bienestar, abrimos puertas y les pagamos la fiesta. Si esto se hubiese regulado, ahora no estaríamos como borregos haciendo colas en aeropuertos, ni tratados como delincuentes. Tenemos lo que hemos permitido, eso si, hay quien se forra con el negocio.
Cuidado con las cremas que las carga el diablo.