El incidente se produjo días después de que los forestales mataran a tiros a otra tigresa conocida como Avni, que se cree que mató a 13 personas en los últimos dos años.
El último asesinato ocurrió este mismo domingo, y 300 aldeanos enfurecidos marcharon al corazón de la Reserva de Tigres Dudhwa, en el estado norteño de Uttar Pradesh, golpearon a los guardias forestales y atacaron a la tigresa con varas de hierro, lanzas y hachas, según informó el oficial forestal Mahavir Kaujlagi.
El acto violento se sobrevino como una especie de castigo tras otra agresión a un hombre en el parque a última hora de la tarde del domingo, mientras los aldeanos afirman que otro hombre fue atacado por la tigresa hace quince días.
Este caso supone un grave atentado contra la ley de protección de la vida silvestre y, dado que el tigre es el animal nacional de la India, se espera que en breve empiecen los arrestos a los agresores.
El pueblo de Chaltua se encuentra cerca del centro de la reserva y sus residentes se han negado a ser reubicados, a pesar de los esfuerzos del departamento forestal después de que las autoridades advirtieron sobre el peligro al que se enfrentan los humanos rodeados de animales salvajes en su hábitat.
Este caso ha llevado polémica a las redes sociales, donde los indios protestan contra una situación que pone de relieve el aumento de la conflictividad entre humanos y animales en varias partes del país, y que también han suscitado que multitud de voces animalistas alcen la voz y denuncien esta situación.
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