La canciller alemana, Angela Merkel, cuyo estado de salud tras dos episodios de espasmos en sendos actos públicos en pocos días ha despertado preocupación y desatado especulaciones no sólo en Alemania, volvió a sufrir este miércoles y un visible temblor corporal durante una ceremonia oficial.
En las imágenes difundidas por las cadenas alemanas se puede ver como la canciller, que el próximo 17 de julio cumplirá 65 años, sufre un episodio de espasmos mientras suena el himno alemán durante la recepción con honores militares del primer ministro finlandés, Antti Rinne.
Se trata del tercer episodio de espasmos que sufre Merkel en público en poco más de tres semanas, y en esta ocasión, a diferencia de las dos anteriores, aparentemente no trató de controlar los temblores.
En una rueda de prensa conjunta con el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, en el marco de la cumbre del G20 en Osaka, Merkel se pronunció el pasado día 29 por primera vez de forma explícita sobre su salud al asegurar que se encuentra bien.
A una pregunta al respecto de un periodista la canciller dijo entender el interés aunque agregó que no tenía «nada particular de qué informar. Me encuentro bien. Estoy convencida de que de la misma manera que esta reacción hizo su aparición, también volverá a desaparecer», zanjó.
También los portavoces del Gobierno afirmaron que la canciller se encuentra bien y capacitada para cumplir con sus obligaciones.
Tras el primer episodio de temblores, el pasado día 18 durante la recepción con honores militares del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, Merkel trató de sacar hierro a las especulaciones sobre su salud y atribuyó los espasmos a un supuesto problema de deshidratación.
A la semana siguiente, la canciller volvió a temblar visiblemente durante un acto celebrado en el palacio de Bellevue, la sede de la Presidencia alemana.
Como la primera vez, Merkel trató de contener los temblores y poco después se la veía rechazando un vaso de agua que le ofrecía un asistente.
Merkel confesó en rueda de prensa que aún tiene que trabajar su primer susto. Más claro que el agua ella confiesa que padece una fobia. solo una señora fuerte suele publicar esto.
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Si fuera Parkinson le temblarían sólo las manos y la cabeza. Parece más una bajada de glucosa o algun problema en la columna vertebral.
Merkel confesó en rueda de prensa que aún tiene que trabajar su primer susto. Más claro que el agua ella confiesa que padece una fobia. solo una señora fuerte suele publicar esto.