Tras un ataque «a gran escala» registrado el lunes, supuestamente procedente de ordenadores en Rusia y Brasil, según el partido, los sistemas de la formación opositora experimentaron otro hoy, que se gestionó «de manera rápida y eficaz», señaló un portavoz.
La fuente dijo que «se mantiene la integridad» de las plataformas y aseguró que «no hubo violación de datos».
El Centro Nacional de Ciberseguridad, que fue informado de lo ocurrido, manifestó hoy que «no hay indicios de que hubiera actividad promovida por Estados» ajenos al Reino Unido y apuntó que el Partido Laborista fue capaz de afrontar los ataques.
Tras la primera denegación de servicio distribuido (DDoS, en sus siglas en inglés), ocurrida ayer, el líder laborista, Jeremy Corbyn, se declaró «nervioso» por el hecho de que este tipo de ataques ocurra durante la campaña. «Un ciberataque a un partido político en unas elecciones es sospechoso, algo que preocupa», afirmó.
Los partidos británicos están inmersos en la campaña para los comicios generales del 12 de diciembre y buena parte de la actividad de propaganda, sobre todo en el caso de los laboristas, se desarrolla en las redes sociales.
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