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El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha avisado de que la lucha contra el Covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, está lejos de terminar, y ha instado a los países a administrar oxígeno y dexametasona a los críticos a los pacientes críticos.

En una rueda de prensa, Tedros ha comentado que ya se han notificado 10 millones de casos en todo el mundo y que 500.000 personas han perdido la vida como consecuencia del virus. Así, y coincidiendo con el sexto aniversario de la aparición de los primeros casos en China, ha avisado de que, pese a todos los esfuerzos realizados, el nuevo coronavirus «tiene todavía mucho espacio para moverse».

Por ello, el dirigente del organismo de Naciones Unidas ha recordado que, hasta que aparezca una vacuna, los países deben concienciar a sus ciudadanos para protegerse a sí mismos y a su comunidad a través del cumplimiento de las medidas de higiene y distanciamiento físico; así como implantar iniciativas que contengan la propagación del virus, y garantizar que los profesionales sanitarios cuentan con equipos de protección individual.

«La identificación temprana y la atención clínica salvan vidas. Hay que proporcionar oxígeno y dexametasona a personas con enfermedades graves y críticas salva vidas, así como prestar especial atención a los grupos de alto riesgo, incluidas las personas mayores en centros de atención a largo plazo, porque salva vidas. Japón ha hecho esto, ya que tiene una de las poblaciones más altas de personas mayores, pero su tasa de mortalidad es baja», ha detallado Tedros.

Dicho esto, ha informado de que esta semana se va a convocar la segunda reunión para evaluar el progreso en investigación y desarrollo y reevaluar las prioridades de investigación para la próxima etapa de la pandemia. «Ya hemos aprendido mucho sobre este virus, pero todavía hay mucho que no sabemos, y todavía hay herramientas que necesitamos», ha añadido.

Finalmente, Tedros ha hecho un llamamiento a la unidad nacional y a la solidaridad mundial para implementar una estrategia común que permita eliminar el virus, salvar vidas y minimizar el impacto social y económicos del virus.

«Aunque muchos países han hecho algunos progresos, a nivel mundial la pandemia en realidad se está acelerando. Todos estamos juntos en esto, y todos estamos en esto a largo plazo. Necesitaremos mayores reservas de resiliencia, paciencia, humildad y generosidad en los próximos meses. Ya hemos perdido mucho, pero no podemos perder la esperanza. Este es un momento para renovar nuestro compromiso de empoderar a las comunidades, suprimir la transmisión, salvar vidas, acelerar la investigación y el liderazgo político y moral», ha zanjado.