Vista general de un restaurante con atención al público de forma presencial en Sao Paulo (Brasil). | Efe

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Brasil, en la actualidad el segundo país más afectado del mundo por la pandemia del nuevo coronavirus después de Estados Unidos, sumó 1.220 muertos por el COVID-19 en las últimas 24 horas, con lo que el balance total de fallecidos ascendió hasta los 69.184, según informó este lunes el Gobierno.

El número de contagios es de 1.755.779, tras registrar 42.619 nuevos casos confirmados, informa el boletín diario divulgado por el Ministerio de Salud. La tasa de mortalidad en el país es de 32,9 decesos por cada 100.000 habitantes.

Además, las autoridades sanitarias brasileñas investigan otras 4.077 muertes que podrían haber sido causadas por el patógeno.

Las datos también muestran que hasta este jueves se recuperaron 1.054.043 pacientes del nuevo coronavirus, lo que supone el 60 % del total de infectados en el país de 210 millones de habitantes.

Los estados brasileños más azotados por la pandemia siguen siendo Sao Paulo (349.715 casos confirmados y 17.118 muertes), Ceará (131.000 y 6.741) y Río de Janeiro (128.324 y 11.115), aunque ahora la principal preocupación se centra en el oeste y el sur del país.

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A pesar de la escalada de la curva epidemiológica, aunque de una forma menos acelerada, varios estados y ciudades del país, entre ellos Sao Paulo y Río de Janeiro, están inmersos desde junio en un proceso de reapertura de sus economías.

Sin embargo, algunas ciudades han tenido que retomar medidas de aislamiento más rígido con el aumento de contagios.

Este jueves, los aficionados del fútbol en Río de Janeiro ya no podrán acompañar a sus equipos en los estadios, algo que estaba previsto a partir de este viernes, después de que la Alcaldía de la ciudad diera marcha atrás y aplazara por tiempo indefinido la decisión.

El alcalde de Río, el pastor evangélico Marcelo Crivella, dijo también que el acceso a las playas de bañistas solo será permitido cuando la ciencia anuncie una vacuna contra el nuevo coronavirus.

«Nosotros esperamos que la vacuna llegue antes del verano. Esos locales donde no es posible quedarse con máscarilla tienden a ser abiertos solo después de la vacuna», apuntó Crivella en una rueda de prensa en la que advirtió que los bañistas que infrinjan la ley serán multados desde mañana con 107 reales (unos 20 dólares).