El vehículo fue interceptado el pasado miércoles en una autopista a unos 30 kilómetros de la frontera con Hungría, donde se detuvo ante las protestas y los gritos de alarma de los migrantes irregulares, procedentes de Turquía, Siria e Irak, informa hoy la radiotelevisión pública austríaca ORF.
La Policía ha detenido a 38 migrantes, entre ellos seis niños, mientras que otras cinco personas, que habían abandonado el vehículo en una parada previa, están en paradero desconocido.
También se ha arrestado al conductor del camión, un ciudadano turco de 51 años, señala ORF citando fuentes policiales.
Los refugiados relataron a la policía que habían llegado por diferentes rutas a Rumanía, donde fueron ocultados en una casa en ruinas, hasta que fueron embarcados en el camión tras pagar sumas de hasta 8.000 euros para ser trasladados a Austria cruzando Hungría.
Los ocupantes del vehículo señalaron que durante el trayecto sufrieron de falta de aire en el compartimento de carga.
De hecho, varios refugiados perdieron temporalmente la consciencia durante el viaje.
Según fuentes Policiales, algunos de los ocupantes del camión estaban en malas condiciones físicas y fueron atendidos por equipos de primeros auxilios, antes de ser trasladados a un centro policial.
En agosto de 2015, 71 refugiados fueron encontrados muertos en un camión frigorífico sellado herméticamente que se encontró abandonado en una autopista en la misma zona donde se han interceptado a este grupo.
El caso fue juzgado en Hungría, donde se determinó que se produjo la muerte, y cuatro cabecillas de una red de tráfico de personas fueron condenados a 25 años de prisión.
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