la posibilidad de un pasaporte de vacunación podría ser el primer paso para la vuelta a la movilidad sin poner en peligro los sacrificios del último año. | Agencias

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Las restricciones en Europa por la pandemia de la COVID-19 se mantienen de momento ante el repunte de los contagios en algunos países, no obstante la posibilidad de un pasaporte de vacunación podría ser el primer paso para la vuelta a la movilidad sin poner en peligro los sacrificios del último año.

Austria

El anunciado levantamiento de restricciones para la Semana Santa en Austria está en duda ante el notable aumento de nuevos contagios con coronavirus.

El Ministerio de Sanidad austríaco se mostró ayer «alarmado» por la subida de nuevas infecciones, que se produce gradualmente desde que el país abriera hace un mes ciertos sectores, como las escuelas y servicios como peluquerías o masajistas.

Eso si, la gastronomía, eventos culturales, el deporte aficionado y los hoteles siguen cerrados desde noviembre pasado.

En este contexto, los alivios anunciados para el sector de la gastronomía, previstos a partir de la Semana Santa en todo el país, vuelven a estar en entredicho.

Los restaurantes tienen previsto abrir sus terrazas a partir del 27 de marzo próximo, mientras que los hoteles esperaban poder abrir a partir de segunda semana de abril.

República checa

La República Checa mantiene en un severo confinamiento desde el 1 de marzo, que durará tres semanas, con un cierre perimetral de las provincias.

En vista de la gravedad de la situación, el primer ministro, Andrej Babis, declaró hoy a los medios que no prevé un alivio de las medidas pasadas esas tres semanas, por lo que el país se prepara a celebrar la Semana Santa como el año pasado; es decir, sin salir de casa.

Portugal

Portugal, confinado desde enero para hacer frente a su peor momento de la pandemia de coronavirus, aguarda con expectación el próximo día 11, cuando conocerá su plan de desescalada, del que se espera que establezca horizontes para reabrir la actividad económica más allá de la Semana Santa.

Después de que el primer ministro, el socialista António Costa, dejara claro hace semanas que los festivos de Semana Santa «no serán como los conocemos», las esperanzas sobre este periodo vacacional se han diluido en Portugal, que se encuentra en estado de emergencia y confinado al menos hasta el próximo 16 marzo.

El fuerte impacto de la covid en enero ha llevado a las autoridades a enfocar el futuro desconfinamiento con más cautela y se espera que el plan sea más gradual que la desescalada vivida en la primavera de 2020.

Italia

Seis millones de alumnos italianos, tres de cada cuatro, dejarán de ir a la escuela y deberán seguir las clases por internet a partir del próximo lunes, 8 de marzo, debido a las nuevas restricciones por la pandemia y tras un aumento significativo de los contagios por el coronavirus en los últimos días.

El cierre de las escuelas, que ha generado controversia incluso entre los miembros del Gobierno, centra el debate sobre las restricciones por la covid en Italia, donde otras limitaciones, como la prohibición de la movilidad entre regiones, están bastante asumidas por los italianos, incluso ante la llegada de la Semana Santa.

El último decreto del Consejo de Ministros, en vigor hasta el próximo 6 de abril, establece que la educación será a distancia en las regiones con «zona roja», de mayor riesgo epidemiológico, así como en los territorios cuya incidencia acumulada en los últimos 7 días sea superior a 250 por cada 100.000 habitantes si así lo deciden las autoridades regionales.

Grecia

El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, agradeció este viernes a la Comisión Europea (CE) haber adoptado la idea de crear un certificado de vacunación para facilitar la libre circulación dentro de la Unión Europea, una herramienta que Grecia considera indispensable para que pueda funcionar el sector turístico.

«Cuando fuimos los primeros en plantear este tema, estábamos seguros de que llegaríamos a esa solución, y me complace mucho que la Comisión apoye abiertamente esta iniciativa», señaló Mitsotakis en una reunión hoy con el vicepresidente de la CE, Margaritis Schinás.

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El comisario aseguró que el próximo 17 de marzo la CE presentará su propuesta que, dijo, «será el primer paso hacia la vuelta a la movilidad pero sin poner en peligro de ningún modo los grandes sacrificios de los europeos durante el último año».

Grecia y el resto de los países del sur de Europa han defendido la creación de este documento como vía rápida para viajar, sin las restricciones que provocan las pruebas de diagnóstico y la cuarentena obligatoria.

Alemania

El Gobierno alemán miró este viernes con mucha cautela las vacaciones de Semana Santa, por la extensión de las vacunas y los test rápidos, pero consideró que es demasiado pronto para aventurar si el turismo, nacional e internacional, será posible.

Al ser interrogado al respecto en una rueda de prensa, el portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert, apuntó que la Semana Santa de 2021 ofrecerá «más posibilidades» que la del año pasado, en plenas restricciones de la primera ola de la pandemia.

Esto se debe, argumentó, a la campaña de vacunación, que poco a poco va cogiendo velocidad, y al empleo masivo de los test rápidos de autoempleo, que desde el próximo lunes van a estar disponibles en toda Alemania.

No obstante, agregó que no se puede asegurar en este momento qué será posible en ese período de vacaciones, pese a estar a apenas un mes vista, algo que depende de la evolución de la pandemia.

Francia

Las autoridades francesas autorizan los viajes a España y a los otros países de la Unión Europea, a condición de presentar un test PCR negativo a la vuelta, pero al mismo tiempo piden a los ciudadanos de las zonas con alta incidencia epidémica que eviten los desplazamientos dentro de Francia.

El primer ministro francés, Jean Castex, lanzó este jueves una «recomendación» a los habitantes de los 23 departamentos (incluidos los de la región de París) más afectados para «no salir, en la medida de lo posible».

Sobre los movimientos con el resto de países de la UE, la estrategia francesa ha preferido evitar cierres totales de fronteras y decisiones unilaterales para privilegiar un enfoque coordinado.

Por lo que respecta a los planes de implantar un pasaporte de vacunación para permitir los movimientos entre países miembros de la UE, Francia se ha mostrado reticente y aunque no rechaza esa idea de forma absoluta, considera que no es algo que pueda aplicarse rápidamente, sino en todo caso de cara al verano.

Chipre

Chipre permitirá la entrada sin restricciones a partir del 1 de mayo a los turistas británicos vacunados, en un acuerdo similar al alcanzado con Israel en febrero para facilitar que quienes hayan sido vacunados puedan viajar a la isla sin someterse a cuarentenas ni pruebas covid.

Esta apertura a los viajeros británicos coincide con la Semana Santa ortodoxa que este año se celebra el primer domingo de mayo y, según el ministro de Turismo chipriota, Savas Perdios, permitirá la normalización de los flujos turísticos con el mercado que más visitantes lleva a Chipre.

Perdios aclaró que la llegada sin restricciones de ciudadanos británicos se aplicará solo a los que hayan recibido la segunda dosis de la vacuna al menos una semana antes de viajar, y añadió que Chipre se reserva el derecho a realizar pruebas aleatorias en los aeropuertos, incluyendo a los pasajeros vacunados.

La semana pasada el Gobierno chipriota presentó un plan para la salida escalonada del confinamiento que mantiene algunas de las mayores restricciones, como el toque de queda entre las nueve de la noche y las cinco de la mañana, en vigor desde noviembre.

España

En España crece el debate sobre la movilidad ante las próximas vacaciones de Semana Santa, y el Gobierno y los ejecutivos regionales han llegado a un preacuerdo, que tendrán que ratificar la próxima semana, para el cierre perimetral de las regiones para evitar un repunte del coronavirus durante unos días en los que los españoles aprovechan para viajar, después de la experiencia de las Navidades, tras las que hubo una tercera ola.

Además, quiere que se fije el toque de queda de 22.00 a 6.00 horas y se limiten las reuniones en espacios públicos o privados a un máximo de cuatro personas, medidas que deben consensuarse con los gobiernos regionales, que son los competentes en Sanidad.
Sin embargo, la Comunidad de Madrid, la región con la incidencia acumulada más alta de España (253 casos por cada 100.00 habitantes), se niega a esas restricciones, con el argumento de que no se puede asfixiar más a la economía.

También las Islas Canarias (Atlántico), con una incidencia de 107, se muestra contraria al cierre y propone excepciones como permitir el acceso a turistas a hoteles y alojamientos en algunas de ellas, así como a quienes regresen para visitar a los familiares, y a quienes se trasladen por motivos laborales.