El anuncio lo hizo el rector, Michel Deneken, que justificó la medida por la crisis energética, pero también por la crisis climática y por la necesidad de que se imponga en las universidades y en los centros públicos «una cultura ecológica». En declaraciones este martes a la emisora France Info, después de habérselo comunicado en un vídeo a los estudiantes, Deneken precisó que habrá una tercera semana de vacaciones de Navidad, a comienzos de enero, y que en febrero habrá otra semana de cursos a distancia.
«Tal vez un día el calendario universitario tendrá que cambiar y desplazarse a meses un poco menos energívoros», señaló después de haber hecho notar que los estudiantes reclaman gestos ecológicos. Estrasburgo es la capital de Alsacia, una de las regiones más frías de Francia en invierno. Los gastos de electricidad, gas y calefacción de la universidad, que eran de 10 millones de euros en 2021, se calcula que pasarán a 13 millones este año y para 2023 se han presupuestado 20 millones.
El rector de este centro en el que hay inscritos cerca de 57.000 estudiantes también tiene intención de bajar la temperatura de calefacción a 19 grados, en lugar de los 20,5 grados en inviernos anteriores. La ministra francesa de la Enseñanza Superior, Sylvie Retailleau, señaló que las universidades, como todos los centros públicos, tienen que trabajar en su plan de sobriedad y que les ayudarán, pero avisó de que eso no puede hacerse «a costa de los estudiantes».
El Gobierno exige la elaboración de planes de sobriedad a todas las administraciones y centros públicos con el objetivo de reducir en un 10 % el consumo de energía para hacer frente a la crisis agravada por la guerra de Ucrania.
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