El acusado, informático de profesión, fue declarado culpable de los abusos a un total de 13 menores, de edades comprendidas entre un mes y 13 años, mayoritariamente niños, cometidos entre 2005 y 2019. La sentencia se ajustó a la petición de la Fiscalía, también en lo relativo a la imposibilidad de remisión de la pena dada la peligrosidad del procesado.
El hombre fue detenido en diciembre de 2021 en la casa donde convivía con su mujer, tras una intensa vigilancia en las redes y tras sospecharse que colgaba o adquiría pornografía infantil. En el momento de su detención mantenía una videoconferencia de trabajo y, tras acceder a su ordenador, se comprobó que tenía vídeos y fotos con esos contenidos.
En el disco duro de su ordenador tenía millones de archivos de fotos o videos con contenidos sospechosos. El propio procesado se declaró a lo largo del juicio arrepentido y reconoció que sus actos eran «abominables».