Una televisión en un bar muestra la entrevista televisada del presidente francés. | Reuters

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El 61 por ciento de los franceses consideran que las explicaciones públicas del presidente, Emmanuel Macron, sobre la controvertida tramitación parlamentaria de la reforma de las pensiones no contribuirán a relajar las tensiones y que, en cambio, empeorarán el malestar social que ha derivado en protestas prácticamente constantes durante estos últimos días. Macron rompió el martes su silencio tras la aprobación acelerada de la reforma en la Asamblea Nacional y la posterior votación de dos mociones de censura contra el Gobierno.

En una entrevista televisada, defendió su plan como «necesario» y descartó hacer cambios en su equipo, al tiempo que condenó los incidentes violentos en las protestas. Sin embargo, sólo un 11 por ciento de la población cree que, tras estas palabras, las tensiones bajarán a pie de calle, según un sondeo de la firma Elabe para la cadena BFMTV.

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El 71 por ciento de las 1.037 personas encuestadas creen que el presidente no estuvo convincente en sus argumentaciones. Macron reconoció en la entrevista que la reforma podía pasarle factura en cuestión de popularidad y, de hecho, ya casi dos de cada tres personas le consideran un mal presidente y casi siete de cada diez le ven arrogante y autoritario, adjetivos ambos utilizados en los últimos días por dirigentes de la oposición política.

La reforma, que plantea entre otras cosas elevar de 62 a 64 años la edad de jubilación, no gusta al 72 por ciento de los ciudadanos entrevistados, que la ven injusta. El 63 considera que, en contra de lo que dice el Gobierno, no garantizará la supervivencia del sistema público de pensiones y un 56 por ciento cree que directamente es innecesaria.

Los sindicatos han convocado para este jueves una nueva jornada de paros para seguir protestando contra los cambios legislativos y las autoridades estiman que, de nuevo, cientos de miles de personas volverán a sumarse a alguna de las marchas convocadas en las principales ciudades. Según el sondeo de BFMTV, un 65 por ciento de los franceses abogan por seguir con estas movilizaciones.